sábado, 31 de marzo de 2012

Mi jornada de huelga general

El día de antes

La tarde anterior a la huelga general le pregunté confiado a un compañero de trabajo: “¿Y mañana, qué?”. No sé si no me entendió o se hizo el despistado, pero me salió con algo parecido a que “ya queda poco para que acabe el trimestre”. Entre sorprendido y pesado, pero sin mala intención por mi parte, fui más concreto en mi pregunta: “¿vas a ir a la huelga?”. Y el hombre, medio desorientado, me dijo con la boca chica y moviendo la cabeza y los hombros a la vez: “es que yo mañana tengo muy pocas clases…”. Una actitud diferente a la manifestada por el personal no docente, que había decidido secundar el paro. Se sentían contentos, esperanzados y creo que hasta eufóricos. Me pareció ver en sus caras y en sus palabras un sentimiento que es propio del alma de cualquier huelga: la solidaridad. El darlo todo, en este caso por un día, para que todo el mundo gane.

La manifestación en Cádiz

“¿Cuánta gente puede haber?”, me preguntó no recuerdo quién al poco de empezar a movernos en la manifestación que se inició en la plaza del ayuntamiento. “No sé, tres o cuatro mil… Es que es difícil saberlo, no hay referencias todavía”, contesté. La prensa provincial publicó después que alrededor de cinco mil. No lo sé y tampoco me preocupé de hacer mis cálculos. Gente de Cádiz, cosa lógica, y de los distintos municipios. De Barbate vimos caras conocidas según avanzábamos en el recorrido. También, que conociera, de Puerto Real, El Puerto, Conil, Medina Sidonia, Rota, Vejer… ¿Para qué seguir? Me alegré al ver a compañeros y compañeras de trabajo. Jóvenes. Había muchas banderas. El rojo era lo que predominaba. Normal. La mayoría de CCOO y de UGT, pero no sólo. Se veían algunas republicanas. También, negras y rojinegras de CGT, CNT y Autonomía Obrera. Y andaluzas con la estrella roja de cinco puntas. Las rojas de CCOO dejaban ver en su parte  inferior los colores de Andalucía. Algunas de Equo eran blancas y llevaban las letras en verde. Pancartas había pocas y tampoco me fijé mucho en ellas. Un poco en la que tuvimos cerca casi todo el rato. Era de las juventudes comunistas, que no pararon de gritar, cantar y saltar. Propio de la edad y de la ilusión que da sentirse parte de tanta gente. Ya se grita poco en las manifestaciones. Se oyen poco los gritos colectivos, fuertes y decididos que en bastantes años atrás llenaban las calles hasta hacerlas –al menos así me parecía- retumbar. Mucha gente de todas las edades. Se ha hablado de mucha juventud. A mí no me pareció tanta, aunque es verdad que había más que en otras ocasiones. La contrarreforma laboral va sobre todo contra ella.

¿Qué violencia?

Nos llamó la atención durante nuestra estancia en Cádiz el despliegue policial (local, nacional, guardia civil). También lo vimos cuando pasamos por Chiclana. Ha sido general por todo el país. Para vigilar y evitar desmanes, ha justificado el gobierno. Días antes habían denunciado los sindicatos amenazas directas o veladas, de palabra o por escrito, que han lanzado en numerosas empresas. Cuando son pequeñas, resulta difícil ponerse en huelga so riesgo de despido fulminante. También en las que hacen gala del antisindicalismo como una razón de su ser y todo lo que conlleva. ¿Es violencia eso?
  
Un balance

¿Éxito o fracaso? Quienes hablan de fracaso, que dan números bastante bajos en la cuantía de huelguistas, pero no tanto en la de manifestantes, se han centrado en lo bronco. Los medios de comunicación conservadores se han cebado en lo que llaman piquetes violentos y en determinadas acciones de algunos grupos. Normal. ¿Qué van a decir? Los medios que se llaman progresistas, como El País o Público, han querido centrar la información en la normalidad de una jornada de huelga general, con pocos incidentes, mucha gente secundándola y mucha en la calle. El País se ha atrevido a ofrecer datos comparativos del consumo eléctrico en relación al de un día festivo. Ha sido rotundo: similar. Prueba de que no ha sido tan poca la gente que ha ido a la huelga, como nos han contado el gobierno y sus medios.  

viernes, 30 de marzo de 2012

Amnistía fiscal: blanco y en botella

Una de las medidas que el gobierno acaba de tomar, hoy mismo, la están denominando los medios de comunicación del sistema como amnistía fiscal. Aunque, como advierte El Mundo, esa medida está prohibida por ley. Algo parecido se ha hecho ya dos veces, con el PSOE gobernando, Felipe González en la presidencia y Miguel Boyer, primero, y Carlos Solchaga, después, como ministros de Economía. Según nos cuenta ese diario, hace dos años la llegó a proponer el gobierno de Zapatero y el PP, en boca de Cristóbal Montoro, puso el grito en el cielo por considerarlo “impresentable, injusto y antisocial”. Pero como ya se sabe que, como cuenta el refrán, “donde dije digo, digo diego”, ahora el PP lo aplica por tercera vez. Con Montoro como ministro de Hacienda. Y, atención, el propio diario hace un razonamiento sobre la dimensión de la medida, que resulta escandaloso lo que se deriva. Lo reproduzco: “El Consejo de Ministros ha aprobado una ‘amnistía fiscal’ para intentar la regularización de las rentas no declaradas, tanto las repatriadas desde fuera de España como las ocultas dentro del país. La amnistía fiscal está prohibida por Ley, de ahí que las rentas regularizadas tributarán un 10% mientras que los dividendos obtenidos en el extranjero lo harán un 8%. Es decir, pagarán menos que si hubieran tributado de forma normal, porque las rentas de más de 52.361 euros brutos anuales tienen un tipo marginal del 43% mientras que el impuesto sobre las plusvalías de capital está entre el 19% y el 21%”.

Blanco y en botella.


¿Y en Asturias?

En mayo de 2011 se dio un vuelco electoral que se ratificó en las elecciones generales noviembre. Ganó la derecha y el PSOE perdió su hegemonía histórica. IU subió algo, lo que no se debe despreciar. Pero fue llamativa la división en la derecha. El PP se rompió. Francisco Álvarez Cascos, otrora tan todopoderoso como la mano derecha de Aznar, no aceptó su defenestración por María Dolores de Cospedal. La retó en mayo y salió ganando con su FAC. Pero insuficientemente. Por eso se vio obligado a convocar unas nuevas elecciones, ante la imposibilidad de sacar adelante los presupuestos de la comunidad. Ahora ha evitado ser superado por el PP, como hiciera en noviembre –cosa lógica, si bien FAC obtuvo un escaño en el Congreso-, pero ha perdido fuelle. No se sabe qué va a ocurrir, con un empate de escaños entre la derecha, FAC y PP, y la izquierda, PSOE e IU. UPyD, con su diputado, tiene que decidir.

La derecha en Asturias ha ido tomando cuerpo político progresivamente -¡quién lo iba a decir en la tierra de mineros!. El desmantelamiento que se hizo en los años ochenta en el tejido productivo tradicional (minería del carbón, siderurgia, construcción naval…) no ha dado con la recuperación económica de la comunidad, pero sí ha ido conformando una nueva realidad social, basada en la terciarización de la economía y una atomización productiva basada en la propagación de pequeñas empresas y la mano de obra autónoma. La desconcentración de la mano de obra asalariada ha ayudado a su desarticulación social y la consiguiente desideologización. Ahí radica la base del crecimiento de la derecha, que en las autonómicas de 2011 dio un salto de 50.000 votos sobre las de 2007, llegando a más de 70.000 en las generales de noviembre.

Es cierto que durante bastantes años esa situación benefició al PSOE, que nunca perdió ninguna de las elecciones hasta 2011, cuando se dejó unos 70.000 votos en las autonómicas, aunque  mejoró algo en las generales. Los grupos de izquierda siguen manteniendo su peso en la cuenca minera, con porcentajes cercanos en torno al 60% en Mieres, Langreo, Laviana o San Martín; o por encima del 50% en Pola de Lena y Aller-Moreda. IU es donde obtiene sus principales apoyos, que Mieres llega al 27% y Langreo, al 22,6%. Sin embargo, los antiguos núcleos industriales de Gijón (46,1%) y Avilés (49%) se han quedado para esos dos grupos algo por debajo de la mitad, mientras que en la capital, Oviedo, sólo han obtenido el 37%.   

Lo ocurrido el domingo ha supuesto cierto reequilibrio en el mapa electoral tras el vuelco de 2011. La abstención elevada ha afectado a los tres mayoritarios: el FAC ha perdido 54.000 votos sobre las autonómicas de 2011; el PP, 12.000 (2.000 sobre las de 2007); y el PSOE, 20.000 (93.000 sobre 2007). IU, por el contrario ha subido en 7.000 votos (10.500 sobre 2007); y UPyD, en 2.000. Ahora el bloque de derechas suma 231.500 votos (46,3%), que con UPyD llega a 250.000 (50,1%). PSOE e IU se quedan por debajo, con 229.000 (45,8%). Pero es que en las autonómicas de 2011 el reparto porcentual era del 52% para la derecha (49,6%, PP y FAC) y del 40,2% para la izquierda. Y en las generales de ese año era del 54,1%
y 42,5%, respectivamente.

En Asturias no ha llegado a ocurrir lo de Andalucía, donde la suma PSOE e IU va a impedir, de sobra (50,8% de los votos y 53 escaños), un gobierno del PP (40,65% y 50 escaños). Pero el PSOE asturiano ha frenado algo su caída, perdiendo votos, pero ganando 2 escaños; e IU ha aumentado en votos y en un escaño; mientras que la suma PP y FAC ha quedado por debajo de 2011, perdiendo votos y 4 escaños, aunque compensados algo por el ganado por UPyD.

Como dije antes, este último grupo deberá decidir. Por su naturaleza política está más en la derecha que en la izquierda y coincide con PP y FAC en un modelo de estado centralista, a quienes incluso supera. Otra cosa es que opte por dejar gobernar a la fuerza más votada, que es el PSOE. Pero ahora mismo eso son puras conjeturas y la solución la tendremos cuando lo decida. Lo que parece claro es que el resultado ha introducido una cura de humildad al líder del FAC, quien parece decidido a pactar con el PP, una vez que su presencia en el gobierno, con presidencia o sin ella, peligra tras lo ocurrido el domingo. También parece claro que las medidas que está tomando el gobierno del PP le están afectando.    

jueves, 29 de marzo de 2012

Opinión pública y opinión publicada

Distinguía el otro día Rafael Correa, presidente de Ecuador, opinión pública de opinión publicada. Lo hizo el pasado 19 en una entrevista concedida a la periodista Ana Pastor para TVE en el programa "Los desayunos de TVE". Fue tensa o, al menos, así se vio por momentos. La entrevistadora no admitía que la prensa no fuera neutral. Hablaba de profesionalidad como garantía de neutralidad en la información. ¡Qué falsedad!  Correa no actuó a la defensiva, sino no todo lo contrario. Puso al descubierto la realidad de la mayoría de los medios de comunicación, su manipulación por las empresas que los sustentan, que a su vez lo son de las grandes corporaciones que mueven los hilos. ¿Cómo pueden ser libres quienes actúan para quienes les pagan, que en su país, por poner un ejemplo, son en última instancia los bancos? Siete cadenas de televisión, cinco de las cuales son privadas. ¿En España quiénes están detrás de los medios de comunicación? ¿Empresarios altruistas que invierten por amor a la libertad? Sugiero la lectura de Traficantes de la información, de Pascual Serrano. Aclara muchas cosas. ¿Cómo se puede hablar de opinión pública cuando se trata de  reproducir lo que se dice en la mayoría de los medios de comunicación, que son privados? De ahí lo de opinión publicada. Esto es, intencionada, interesada, manipulada. Por cierto, cuando acabó la entrevista, la tertulia que le siguió casi dedicó un monográfico a criticarlo. La pluralidad consistió en tres periodistas que se sienten tan profesionales de varios de esos medios privados. Es lo que se puede ver u oír cada día en los canales públicos RNE o TVE, profesionales de El País, El Mundo, La Vanguardia, ABC, La Razón... Y siempre hablando de lo mismo, salvo, de vez en cuando, algún invitado de Público o no sé si despistado. Cuánta razón tienes, Rafael. Y cuánto dolió lo que dijiste.

miércoles, 28 de marzo de 2012

Una lectura política de las elecciones andaluzas

Los resultados de las elecciones andaluzas del pasado domingo pueden marcar un antes y un después. Ha primera vista han tenido una doble cara. Una ha sido la derrota política del PP. Otra, la victoria de la izquierda. A ello hay que unir lo que puede haber de específico entre el PSOE, que frenó su caída en picado y evitó una derrota estrepitosa, e IU, que ha sido la única fuerza que ha crecido en votos, porcentaje y escaños. También, aunque de menor relevancia, que el PA se ha quedado, una vez más, fuera del parlamento y que UPyD no ha logrado entrar.

¿Qué le ha pasado al PP?

En los medios de comunicación del sistema lo que más se ha repetido ha sido lo de exceso de confianza. Es decir, que, pese a las previsiones de las encuestas y la subida de las elecciones generales de noviembre, el PP no ha hecho una campaña intensa, creyendo que tenía un electorado seguro e incluso aumentado. Se ha aducido también al error de la negativa de Arenas a participar en el debate en Canal Sur por la mala imagen dada. Al margen de las reacciones furibundas reflejadas en los medios de comunicación conservadores tras las elecciones, en muchos casos denigratorias hacia el pueblo andaluz, lo cierto es que hasta el último momento en el PP y su entorno social y mediático se las prometían felices. 

Sin negar ese factor, creo que hay que considerar otros y más decisivos. Vayamos al grano. El PP ha perdido 165.000 votos sobre las autonómicas de 2008 y, atención, 420.000 sobre las generales de noviembre, cuando consiguió su máximo histórico en Andalucía. Es preciso preguntarse dónde han ido a parar tantos votos. He oído a periodistas y/o analistas que se han ido a la abstención. Puede que sí, pero considero que sólo parcialmente, pues la derecha no es abstencionista. Una parte de esos votos perdidos puede haber ido a UPyD, que ha subido unos 80.000 votos sobre noviembre. Pero me atrevo a decir que buena parte de esos votos perdidos ha vuelto al PSOE. Voy a intentar explicarme mejor. 

Las medidas que están tomando el gobierno central y los de las comunidades en manos de grupos conservadores están incidiendo mucho en el sector público y quienes trabajan en él, que están siendo castigados duramente. Parte del electorado más moderado que votó al PP en noviembre ha querido evitar que en Andalucía se haga lo que se ha iniciado con tanto descaro en otras comunidades. La rebaja de sueldos, los recortes en servicios, el despido de quienes no han accedido al funcionariado o la recarga de tareas son motivo suficientes para que más de uno y una se lo haya pensado. Un voto de protesta, en suma. Un voto proveniente del electorado de centro, poco ideologizado, que en parte ha votado tradicionalmente al PSOE con González y Zapatero, que se apuntó al PP en noviembre y que ahora puede haberse alertado del peligro que corre con un partido que ha empezado a gobernar con medidas de ajuste muy duras. 

Otro factor a añadir es la prepotencia y lo que eso conlleva. El PP cuando gobierna con mayoría absoluta no tiene complejos. Se ha sentido fuerte porque no vio desgaste, sino todo lo contrario, tras las elecciones de noviembre pese a las medidas que tomaron los gobiernos de las comunidades que ganaron o revalidaron en las autonómicas de mayo pasado. Lo ocurrido en noviembre fue interpretado por el PP como un refrendo a su programa y la base para poder actuar con las manos libres en esa dirección desde el gobierno central. A tal punto han llegado que han inclumplido algunas de sus promesas electorales, aunque vagas, como la relativa a los impuestos.

¿Y el PSOE?

Estoy seguro que lo ocurrido la noche del domingo no entraba en sus planes. Pero lo cierto es que después de haber perdido 650.000 sobre las elecciones de 2008, ese día sólo perdieron 73.000 sobre las generales de noviembre. No cabe duda que es un frenazo en seco a la caída sangrante que venía sufriendo. El PSOE encontró a última hora el apoyo de abstencionistas que acabaron yendo a los colegios electorales para evitar un gobierno de la derecha. También, como dije antes, la desviación de una parte del electorado moderado que en noviembre votó al PP. En cuanto a las pérdidas, sobre las elecciones de 2008 una parte importante se ha ido a IU, como también en relación a las elecciones generales de 2011.

Resulta evidente que el movimiento táctico de José Antonio Griñán no adelantando las elecciones autonómicas para hacerlas coincidir con las generales, como quería el PP, le ha salido muy bien. Ha contado con la ventaja de la actitud del gobierno central del PP y con el miedo de esa parte del electorado que ha acabado retirando el voto al PP. 

IU, la gran vencedora

Este grupo ha conseguido 120.000 más sobre 2008, lo que supone un crecimiento del 37%. Sobre las generales de noviembre ha aumentado en 77.000. Ha duplicado los escaños, pasando de 6 a 12, con representación en todas provincias y en cuatro de ellas con dos escaños. En términos relativos ha obtenido el 11,3% de los votos, más de cuatro puntos por encima de 2008. Por provincias destacan en términos relativos Córdoba (13,3%), Cádiz (12,7%), Sevilla (12,1%) y Málaga (12,1%), donde además ha conseguido dos escaños. En cuanto al crecimiento en votos sobre 2008, lo han hecho en mayor medida Cádiz (con una subida del 55%), Almería (52%), Sevilla (48%) y Málaga (40%). 

Parte de los votos que ha sumado proviene del electorado del PSOE, a quien se ha castigado por la izquierda, bien por la decepción de la política del gobierno de Zapatero como por la continuidad de vicios del pasado en forma de corrupción. Otra parte proviene de abstencionistas y nuevos votantes, que han decidido manifestar por la izquierda su descontento. Seguramente IU ha conseguido apoyos en el movimiento de gente indignada. A todo esto le ha ayudado un mensaje fresco y atrevido, con cierta renovación en las candidaturas en favor de una imagen más joven. El voto a IU ha sido por mucha como una opción de izquierdas que puede ayudar a reconducir el camino tomado desde la crisis.

¿Cómo interpretar los resultados desde la izquierda?

El electorado de izquierdas en general es moderado y reparte su voto entre el PSOE e IU. El primero tiene un electorado más diverso en cuanto a la adscripción política, que abarca desde el centro político hasta algunos sectores que se autoubican incluso en la extrema izquierda. El PSOE es el típico partido de centro-izquierda de raíces socialdemócratas que se ha escorado hacia el centro en las últimas décadas, en la línea del llamado social-liberalismo. Desde 1982 ha jugado un papel importante en la aplicación de medidas neoliberales, la adscripción al atlantismo en política internacional y la integración en la UE. Pese al espejismo del zapaterismo, con la crisis acabó implementando las directrices del poder económico internacional y los dirigentes de la UE. En Andalucía se ha seguido la estela de esa estrategia política, pero desde la llegada de José Antonio Griñán, en parte por necesidad política, se ha mostrado distante de los extremos del neoliberalismo, defendiendo, y haciendo ostentación de ello, el sector público y especialmente la educación y la sanidad. 

IU es el grupo que tiene el electorado más a la izquierda, abarcando desde el centro-izquierda hasta la extrema izquierda. Pero independientemente de la autoubicación que haga la gente, es en general moderado. Otra cosa es su militancia, que tiene planteamientos más radicales y, ante todo, se muestra muy crítica con el PSOE, a quien consideran un partido del sistema. Ese distanciamiento  ha generado situaciones difíciles, como lo ocurrido en los años 90 en Andalucía con lo de la pinza o más recientemente en Extremadura. Utilizado por el PSOE como prueba de connivencia con el PP, llegando a la manipulación más burda,  lo cierto es que el electorado acabó castigando a IU en Andalucía en 1996 y en el conjunto del estado en 2000. 

La situación, sin embargo, ha cambiado. El propio Julio Anguita ha declarado que no ocurre lo mismo ahora que con los años de la corrupción y el terrorismo de estado que caracterizó al felipismo. Habría que añadir que el PP mostró su verdadera cara cuando en 2000 obtuvo la mayoría absoluta. Hasta 1996 jugó con la regeneración política, frente a la corrupción, y con un programa moderado en busca del electorado de centro, hasta el punto de rescatar -efímeramente, eso sí- la figura de Azaña y aceptar la ley del aborto.

La ofensiva del neoliberalismo en plena crisis, iniciada por el gobierno de Zapatero, defendida por el candidato Rubalcaba e intensificada por el PP en todos los ámbitos, tiene a amplios sectores de la sociedad entre atenazados y atemorizados, habiendo mucha gente que siente la necesidad de pararla. Diferenciando al PSOE como partido de su electorado, lo cierto es que en éste hay amplios sectores que no están dispuestos a permitir perder más e incluso poder recuperar, al menos, parte de lo perdido. La convocatoria de huelga general y el respaldo mayor que se prevé en relación a la de 2010 está ayudando a crear un clima de unidad. Frente a la derecha, ahora, pero en general contra las medidas neoliberales que se están multiplicando con la crisis. En esto coinciden estos sectores con la mayoría del electorado de IU, más homogéneo y decidido a hacer frente a la derecha. Es una oportunidad que IU no puede perder.

Me atrevo a decir que Andalucía puede ser la punta de lanza de un nuevo ciclo político. Me atrevo a decir también que IU debe hacer un esfuerzo para superar miedos. Hacerlo sobre la base de un acuerdo que frene la ofensiva neoliberal, que defienda el sector público, que atienda a los sectores más desfavorecidos, que defienda la soberanía alimentaria, que desarrolle una política medioambiental clara y que investigue la corrupción de los cargos de la Junta involucrados. Es eso del "programa, programa, programa" de Anguita, pero en unas circunstancias más favorables. Ya no existe el felipismo, salvo reflejos del pasado, y el zapaterismo se ha disuelto en sus propias miserias. Considero que el electorado de izquierdas ha hecho una llamada de atención al PSOE y, sobre todo, a IU. Avanzar no es renunciar y sólo se avanza con decisión. IU dispone de material político suficiente para empezar a cambiar muchas cosas.

  
   

domingo, 25 de marzo de 2012

Se puede soñar un poco en Andalucía con los resultados de IU


Hoy me voy a ir a la cama contento. Los temores que tenía -como tanta gente- de un triunfo electoral del PP en Andalucía se han disipado y, ante todo, el excelente resultado de IU.  

El PP no ha conseguido su objetivo: ganar por mayoría absoluta en Andalucía y cerrar, de esa manera, el círculo de gobiernos conservadores en prácticamente todos los ámbitos. Con el 40,6% de los votos se ha quedado lejos de los más del 45% que vaticinaban las distintas encuestas, así como del 45,6% que obtuvo en las generales. Por cierto, una imagen sintomática: ninguna bandera de Andalucía, pero sí rojigualdas y azules, entre la gente que escuchaba en la calle al Arenas compungido tras conocer los malos resultados. En cuanto al PSOE, ha frenado su bajada, quedando en un 39,5%, por encima de las previsiones de las encuestas y de los resultados de las elecciones generales de noviembre (36,6%). Lo más relevante ha sido el crecimiento de IU, que ha alcanzado un 11,4% de los votos, doblando su representación, que ahora va a ser de 12 escaños, y subiendo sobre los resultados de las generales (8,3%). 

De la provincia de Cádiz han salido dos representantes por IU: Ignacio García e Inmaculada Nieto. Sé quiénes son, lo conozco a él y la conozco a ella. Son buena gente y valiosa. Ignacio ya es un veterano en el Parlamento de Andalucía. Ha dado pruebas de sobra de su valía y honradez. Inmaculada se ha forjado en la otra parte de la provincia, el Campo de Gibraltar, donde es concejala en el ayuntamiento de Algeciras. En su haber hay que añadirle su juventud.

Como dije al principio, estoy contento. ¿Por qué negarlo? Por lo ocurrido hoy se ha dado el primer paso, frenar al PP. Queda  mucho por hacer y mayor medida que IU sepa gestionar con inteligencia los resultados. Considero que una parte nada desdeñable de la sociedad le ha prestado los votos para que en esta tierra se pueda hacer otra forma de política. Hecha a la medida de la mayoría y desde la solidaridad. No es momento de detenerse, pero sí de soñar, al menos, un poco. 

Y ahora, el siguiente paso: la huelga general del jueves. Para parar la contrarreforma social del PP.

   

sábado, 24 de marzo de 2012

El mural por la paz y la marca de la Andalucía negra

Los carteles electorales con la figura del líder andaluz del PP se han posado sobre un mural por la paz pintado hace 9 años, en plenas movilizaciones -mundiales- contra la guerra de Iraq. Hasta ayer podía verse una reproducción del cuadro de Picasso "La guerra de Corea", acompañado de unos versos de Miguel Hernández, esos de "Tristes guerras...". Así lo consideraron en su día en el Colectivo Educador@s en barrio Arrabal, que actúa desde hace años en un barrio popular de Jerez. Sobre sus actividades, nada mejor que averiguarlo en el enlace antes marcado. Sobre el estropicio y su autoría, nada mejor que leer el comunicado sacado a la luz ayer por la noche. Las huestes de la Andalucía negra han dejado su marca. Las mismas que quieren, más todavía, aposentarse con sus blasones en la tierra que tanto castigaron durante siglos. Ojalá que mañana no ocurra. Que, en palabras de Alberti, ese pueblo "serio, puro y desgarrado / en las tierras de la luz" las ponga freno y abra un camino de esperanza.  
    

jueves, 22 de marzo de 2012

Un bonito vídeo llamando a la huelga

Y será preciso no olvidar la lección:
saber, a cada instante, que en el gesto que hacemos
hay un arna escondida, saber que estamos vivos
aún.
(Jaime Gil de Biedma)
He visto hoy el vídeo 29M: Por nuestro futuro que ha editado IU federal. Muy bien hecho, muy bonito y muy didáctico. No está dirigido tanto a quienes ya han -hemos- decidido participar en la huelga general del próximo 29 de marzo, como a quienes no ven la utilidad de las huelgas. Todo un síntoma de alienación. Un síntoma de la hegemonía de la ideología neoliberal que atrapa a la gente a actuar en la vida con arreglo a los valores de explotación, insensibilidad social, consumismo y tantos más. Que la imbuye de un individualismo insolidario que menosprecia el esfuerzo colectivo para solucionar los problemas, enfrentarse a quienes sojuzgan y plantear modelos sociales igualitarios. Vivimos en tiempos difíciles. Corremos el peligro de perder lo conquistado y construido. Pero peor puede ser -si es que ya no lo está siendo- que perdamos la memoria de esas cosas, tantas cosas, muchas de ellas hermosas, por las que tantas mujeres y tantos hombres se sacrificaron. La huelga nunca ha sido una inutilidad, sino todo lo contrario. Ha sido el arma que utilizó la clase obrera para salir de su situación de miseria, degradante e ignominiosa. Ha sido el medio que ha ido alumbrando un mundo mejor, aun cuando quede tanto por hacer. 
        

miércoles, 21 de marzo de 2012

Mi apuesta política para el domingo

Lo que pueda ocurrir el domingo en Andalucía tras las elecciones no lo podemos saber. Las encuestas que se han publicado no dejan claras las cosas. Lo más probable es que gane el PP, pero está por ver si lo hace por mayoría absoluta. Una mayoría que no se queda sólo aquí, sino que se proyecta al conjunto del estado. Ahora misma la derecha en general y el PP en particular está a punto de conseguir el mayor poder habido desde el franquismo. Lo tiene en la mayoría de los  municipios, las capitales y las ciudades más pobladas, en prácticamente todas las comunidades y en los órganos centrales del estado. También en el poder judicial y, por supuesto, en el poder económico, y desde él, los medios de comunicación Tampoco debemos olvidar sus relaciones con la Iglesia y las otras iglesias. Ganando las elecciones en Andalucía cerraría el círculo.

Es cierto que el PSOE lleva tres décadas y ha dejado su impronta. Para lo bueno, lo que tiene de reflejo de su tradición y lo que ha necesitado para contentar a aquellos sectores que necesita para poder legitimarse. Para lo malo, su clara inserción en un sistema al que ha servido con lealtad y, por qué no, con eficacia. 

¿Qué pasaría si el PP pasara a gobernar en esta tierra? ¿Más de lo mismo? De entrada, sí, claro. Pero con dos elementos muy importantes. El primero es que cuando gobierna, lo hace con más descaro. La prueba última la tenemos en lo que está haciendo desde que accedió a gobierno central: lo que ya hizo el gobierno del PSOE, pero apretando más. El segundo, que con el control de Andalucía dispondría de un poder en la práctica absoluto. Aumentaría su idea de que la sociedad se ha entregado a su programa y su concepción de la vida. La misma idea que le ha llevado, como a CiU en Cataluña, a endurecer las medidas que habían iniciado antes de las elecciones de noviembre pasadas. 

Existe un peligro real de que se produzca una involución social y política sin precedentes. Más brusca de lo que progresivamente se lleva produciendo. Se trata de una derecha que representa mejor que nadie la modernidad del neoliberalismo, el mismo que traído la actual situación de crisis. Una derecha que también hunde sus raíces en una tradición negra. Unas raíces de las que o bien no reniega o bien quiere tapar. Desde luego que apoyar al PSOE sería más de lo de antes. Sería otro error más, como lo fue que durante tanto tiempo se le haya dado tanta confianza. 

¿Qué hacer, pues? Hay que atreverse a dar un paso adelante. Todo lo que hagamos para no apoyar a uno u otro, o a esos remedos de progresismo centralista (UPyD) o nacionalismo (PA), ya lo sería. Mi opción es la de IU. Es la más barata, porque puede ser la que dé más réditos. Réditos sociales. 

domingo, 18 de marzo de 2012

¿Quién manda en Europa?

El PP hace de la palabra España y sus derivados uno de los ejes de su discurso. No es exclusivo de ese partido. En el PSOE hay amplios sectores que también lo hacen. Un nacionalismo, el español, que hace aguas cuando se trata de ceder cada vez más soberanía en la toma de decisiones importantes. Una cesión que, se nos dice, es en favor de la Unión Europea, pero que en realidad pertenece poderes que están por encima de la ciudadanía. Lo podemos visualizar a través de las permanentes comparecencias de Angela Merkel y Nicolas Sarkozy, o de quienes deleguen (la foto es una muestra), para anunciar lo que hay que hacer. O amenazar cuando se dé el caso. Sólo en Islandia, aun cuando no pertenece a la Unión Europea, se han atrevido a decir que no y han llegado a encarcelar a quienes organizaron el atraco contra la población. En el resto de países quienes gobiernan se pliegan a las decisiones tomadas al margen de sus soberanías. ¿Quién manda, pues, en Europa?

La monja imputada en el robo de bebés

María Gómez Valbuena tiene más de 80 años de vida. Es monja de la congregación de Hermanas de la Caridad y por eso suelen anteponer a su nombre  el apelativo sor. Hacerlo confiere distinción. La de una persona entregada de por vida y con plenitud a Dios y, en su caso, por la congregación a la que pertenece, hacerlo desde la ayuda al prójimo mediante la caridad. María Gómez Valbuena, sin embargo, está acusada de algo que no concuerda con lo antes descrito. La fiscalía madrileña la ha acusado de un delito muy grave: el de detención ilegal de bebés. Dicho en un lenguaje más claro, no es otra cosa que el de robo de bebés de madres recién paridas para su entrega a otras familias a cambio, además, de una suma de dinero. 

Se sabe que desde los albores del franquismo se robaban bebés a las madres encarceladas por rojas, que esas prácticas se fueron extendiendo a madres solteras o prostitutas, e incluso se llegó a hacer a simples mujeres que tuvieron la mala suerte de cruzarse con las redes involucradas en el tráfico de bebés. Unas prácticas que continuaron durante los años ochenta. En todo momento participaron médicos, enfermeras, abogados, notarios, funcionarios de distintas instancias, monjas... Las denuncias se están multiplicando durante los últimos años. Lo están haciendo las propias madres, familiares y en algunos casos hasta los hijos o las hijas que fueron víctimas del robo. No todas están siendo admitidas en las fiscalías o en los juzgados, pero algunas sí. Cada vez se sabe más, aunque sea poco todavía y se corra el riesgo de que no se pueda destapar todo lo ocurrido. En el periódico Diagonal se ha publicado una información muy interesante que merece la pena leerla. 

En la fiscalía de Madrid se ha admitido la denuncia de María Luisa Torres, a quien María Gómez Valbuena engañó cuando nació su hija Pilar. No importan ahora los detalles. Es un caso más de tantos parecidos. Es la actuación humillante de quien se erige en el poder moral sobre una persona indefensa en una situación anímicamente muy vulnerable que, ante la sorpresa por lo que está ocurriendo, se acaba renunciando por miedo a seguir adelante. En otros casos, no sé si cabe decir que más crueles, se hacía comunicando la muerte del bebé. En otros, sobre todo en los primeros momentos del franquismo, con el descaro de arrancárselos a las madres acusadas de rojas. Fue el momento en que se juntaron la aplicación de las teorías racistas de psiquiatras como Antonio Vallejo-Nágera, la dictadura de la moralidad católica y la corrupción de quienes se aprovecharon económicamente de las tramas.

María Gómez Valbuena, monja de las Hermanas de la Caridad, se cree inocente. Pero se ha negado a declarar ante la justicia. Quizás, por su edad, esté a la espera de que pronto se imparta la que en más cree, esto es, la justicia divina. Aquí, desde luego, lo tiene difícil.  

domingo, 11 de marzo de 2012

La mano de obra sigue abaratándose


Leí el otro día la noticia de que los trabajadores y las trabajadoras de Vodafone han aceptado 12 días al año sin empleo ni sueldo a cambio de garantizar el puesto de trabajo durante dos años, además de la posibilidad de reducir las horas de trabajo (los viernes o una hora cada día). Duro tener que llegar a ese tipo de acuerdos para garantizar, por ahora, los puestos de trabajo. 

Me contaban el otro día de una allegada que trabaja en una caja de ahorros que tenía que estar a disposición de la empresa los sábados, teniendo que acudir al trabajo bastantes mañanas y algunas tardes. Sin compensación económica, se entiende. Este último sábado ha tenido suerte, pues no la han llamado. Semanas atrás me contaron de otro allegado que trabaja en una empresa de telefonía que, además de dedicar ese tiempo extra gratuito que le piden de vez en cuando, se veía obligado a autorregularse en el uso del derecho que le asiste para atender a su hija de pocos meses. En septiembre otra allegada, profesora de instituto, no tuvo opción de trabajar porque le afectaron los recortes en educación. Como interina, fue una víctima de las medidas que Esperanza Aguirre calificó de solidarias, aumentando en dos las horas de clase semanales a quienes ya han accedido al funcionariado. Ese mismo mes empezó a trabajar como becario en los servicios centrales de una entidad bancaria otro allegado. Recibe por ello 800 euros. 


Son sólo ejemplos, pero no son excepciones. Es la tónica del momento. La mano de obra se abarata. Los costes empresariales se reducen. Los beneficios siguen aumentando, independientemente de si el ritmo es mismo que los momentos de bonanza. La legislación cada vez es más flexible para contratar y despedir. La desprotección legal aumenta. Como aumentan las prácticas irregulares, ilegales, que fuerzan de hecho a trabajar más por menos. Los casos que he puesto son de personas con una relación contractual. Falta la economía sumergida pura y dura, la que no hace contratos, la que hace trabajar más por menos en mayor medida, la que no cotiza a la seguridad, la que no entiende de derechos laborales de ningún tipo, la que defrauda a hacienda... 

¿Acaso no son motivos?

              

viernes, 9 de marzo de 2012

Iré a la huelga

CCOO y UGT han convocado una nueva huelga general. Lo han hecho para el día 29 de marzo. Ya es la octava desde 1977 (ver en este blog la entrada del 15 de junio de 2010). La segunda en menos de dos años. Una respuesta adecuada en un momento muy difícil. De regresión creciente en los derechos sociales y laborales que se fueron conquistando desde décadas anteriores. Una regresión que es consecuencia de las medidas impuestas por los gobiernos del PSOE, primero, y el PP, ahora. Gobiernos corruptos y cómplices de las decisiones que toman junto con las instituciones supranacionales (UE, Banco Europeo, FMI...) y las corporaciones financieras privadas transnacionales. Causantes todos de las crisis actual. Y de la miseria que afecta a buena parte de la humanidad. En los tiempos que corren, no es que merezca la pena participar en la huelga general, es una responsabilidad social. Si ni siquiera lo hacemos, ¿qué autoridad moral tendremos para protestar por lo mal que van las cosas y exigir responsabilidades? ¿O acaso hay quien está esperando la llegada de un falso salvador, como ya ocurrió en los tiempos del fascismo triunfante?

jueves, 8 de marzo de 2012

La amenaza, cinturón en mano, de un periodista

Vi ayer, entre indignado y sorprendido, un vídeo donde el presidente de la Asociación de Prensa de Granada amenazaba con un cinturón a una mujer que, portando una bandera palestina, protestaba en un acto donde se celebraba los 25 años de relaciones diplomáticas con el estado de Israel. Otra mujer que la acompañaba en la protesta, mientras grababa con vídeo lo que estaba ocurriendo, fue acto seguido empujada. Las dos, miembros de la Plataforma en Apoyo de los Derechos del Pueblo Palestino.  Las imágenes, recogidas por Canal Sur y la prensa gráfica, no dejan dudas acerca de la actitud del periodista-presidente, que horas después se vio obligado a dimitir y pedir disculpas. Lo que más me llama la atención sobre la reacción violenta es el empleo de un cinturón y la tranquilidad con la que se lo va quitando, mientras se levanta de su asiento para dirigirse a la mujer que grita consignas contra el estado de Israel. Por lo inusual del gesto, se puede deducir que no es la primera vez que ha usado ese objeto con la intención, aunque sólo amenazante, de pegar. Resulta muy extraño que alguien reaccione espontáneamente de esa manera, cuando tiene delante a otra gente y numerosas cámaras de televisión y fotografía, si no fuera por que podría haberlo hecho en otras ocasiones. Un varón, cinturón en mano, frente a una mujer y una bandera palestina. Todo un símbolo. 

lunes, 5 de marzo de 2012

Indomables, un interesante documental sobre Mujeres Libres

Hoy se ha acercado por el instituto Juan Felipe, el creador del documental Indomables. Una historia de mujeres libres. Hace unos días me llamó para informarme de su visita a Algeciras para presentarlo y me propuso la posibilidad de acercarse al instituto donde trabajo. Para mí fue un honor y, lo más importante, una oportunidad muy valiosa para que el alumnado del centro pudiera conocer en primera persona un trabajo sobre un tema interesante. Ya he tratado en varias ocasiones en esta cuaderno la historia de Mujeres Libres y hoy se dado la ocasión para que pueda hacerlo una vez más. 

Juan es un artista autodidacta y, como buen ácrata, tozudo y persistente hasta conseguir su propósito. A la lo largo de una hora desentraña la historia del grupo libertario de una forma rigurosa, ágil y atractiva, alternando imágenes de la época; entrevistas a Sara Berenguer y Conchita Liaño, viejas militantes, las historiadoras Martha Ackelsberg y Laura Vicente, y la periodista Llum Quiñonero; imágenes de actos celebrados en nuestros días; y la puesta en escena de intervenciones públicas de las principales protagonistas de Mujeres Libres. 

La experiencia ha sido bonita, de manera que los muchachos y las muchachas de 2º de bachillerato han podido disfrutar del acto. Hace unos años precisamente, coincidiendo con la estancia como profesora de Música de Corina, un grupo de alumnos y alumnas interpretó en varias ocasiones el Himno de Mujeres Libres con motivo de las celebraciones del Día de la Mujer del 8 de marzo. Un himno que compusieron en 1937 Lucía Sánchez Saornil, en la letra, y E. Sanginés, en la música, y que aparece al final del documental como fondo de los créditos interpretado por la Fanfarria Libertaria de Iruñea / Pamplona que ha dirigido Ignacio Fernández, quien también ha compuesto el fondo musical.

Estoy seguro que Juan Felipe con su Indomables contribuye en buena medida  a conseguir que se rescate del olvido a las mujeres que hicieron posible una bonita experiencia, como una forma de reconocer el trabajo de quienes "llevan hasta el final su disidencia".