jueves, 7 de junio de 2012

Blanquear dinero al 10%

El capitalismo es una máquina de generar dinero. De valor real y valor valor nominal. Está mal repartido, evidentemente. A quien tiene poco se le exige que tenga menos. Es la disculpa de la inflación. Quien tiene mucho, quiere tener más. En la superficie y subterráneamente. Siempre en permanente circulación. De un lugar a otro, sin cesar. En paraísos llamados fiscales o en el propio país. Dinero que va y viene, que aflora y desaparece, siempre según convenga. Dinero negro y dinero blanco. En cuenta A y cuenta B. Estos días toca que una parte  aflore por el módico precio de un 10% de tributación. Ha sido la general idea del ministro del ramo. No importa cuánto ni su procedencia. Es una forma de blanquear lo que anduvo por las alcantarillas del delito, de la especulación, de la trampa, de la explotación. Una forma descarada. Barata. Y muy fácil. Sólo hay que acercarse a las oficinas bancarias para ingresarlo y luego rellenar los papeles de la declaración de la renta. Repito, sólo una parte. El dinero, expresión simbólica del sistema.