martes, 14 de agosto de 2012

¡Viva'spaña, manque arda!

Ese es el título que me inspira la fotografía del monarca, el ministro del ramo y los valientes torerillos, posantes ante o tras la corrida de toros ocurrida el domingo en Cádiz. Otras prioridades -como acompañar al rey- impidieron que Miguel Arias Cañete, ministro de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, estuviera más preocupado por los incendios que se extienden por los parques nacionales de Garajonay (Gomera), Cabañeros (Ciudad Real) y Doñana (Huelva), y por otros lugares de las provincias de Alicante u Orense. El fuego, sin embargo, no perdona. Dejemos de echar la culpa a los calores. Como dijo Sánchez Gordillo el otro día, los fuegos se apagan en el invierno, que es cuando se prepara el monte. La tauromaquia está siendo una de las prioridades del nuevo gobierno. Su alto valor cultural obliga a que asistan autoridades de primer orden. También, que se siga subvencionando. No importa que sea un afición minoritaria, que cada vez haya menos público y que aumente el rechazo social. Los recortes, para la gente de a pie. Y para los montes. Aunque tengan que arder.