jueves, 31 de enero de 2013

Negar, mentir... ¿hasta cuándo?

No es que esté de moda mentir, porque no ha parado de hacerse y sabiendas, sino que se ha instalado en la sociedad como un espectáculo. En los negocios, en la política, en el deporte... Sobre esto último lo hizo el ciclista Lance Amstrong una vez tras otra, hasta que las acusaciones y las pruebas sobre su dopaje permanente hicieron evidente que negarlo podía acarrear más perjuicios que reconocerlo. Aun con ello ha seguido mintiendo, negando haberse dopado tras su reaparición en 2008, cuando se sabe que lo hizo.

No he pretendido dedicar estas líneas al ciclista estadounidense, sino utilizarlo a modo de introducción. Lo gordo, anunciado hace unos días, está en los documentos que delatan a la plana mayor del PP desde hace años en el cobro de sobresueldos y el manejo de dinero al margen de la legalidad. La famosa "caja B" que las empresas tienen para hacer las operaciones oscuras, manejar fondos, defraudar el fisco... El diario El País se ha adelantado a su competidor El Mundo publicando nombres y cantidades. Nombres de quienes se beneficiaron. En su mayoría dirigentes del PP, con Mariano Rajoy y María Dolores de Cospedal a la cabeza, pero también gente del entorno conservador. Nombres de empresas o particulares que hacían donaciones pertenecientes al mundo de la construcción o de una conocida cadena comercial. Cantidades cuantiosas que se movían de un lado para otro que se acababan llegando a los bolsillos particulares sin que constase en registros oficiales, en la "caja A". Excepto en el libro de contabilidad de Luis Bárcenas, que, al parecer, tuvo siempre fama de meticuloso. 

Mintieron en el PP cuando en el momento de las primeras denuncias negaron que se lo habían llevado. Lo siguen haciendo ahora cuando califican de falsos los documentos ofrecidos por El País. La Cospedal niega que lo aparecido sea la contabilidad de su partido y el resto de dirigentes dice lo mismo como un disco rayado. Pretende la Cospedal que nos creamos que sólo tiene valor lo que declara en los organismos oficiales correspondientes de control de cuentas. Como si lo oculto existiera y, por ello, no sirviera para delatar e incluso incriminar. Hace uso la Cospedal del principio de presunción de inocencia, dando a entender que no hay pruebas o que no las han encontrado. Hace uso de ese principio, como lo hace siempre la gente poderosa, sabiendo que dispone de un potente aparato jurídico, de intereses y -por qué no- hasta legal que protege a su partido. 

Seguirán negando en el PP las acusaciones, como hizo hasta hace unos días Amstrong. Está por ver cuánto durará la cosa y cómo saldrán del embrollo. IU, por de pronto, ha pedido la dimisión de Rajoy. Es lo lógico.