sábado, 23 de febrero de 2013

Neoliberalismo e impacto sobre la salud

Rafael Bengoa ha sido consejero de Salud del gobierno vasco hasta 2012. Es un profesional de la medicina y ejerce como experto en ese campo, especialmente en la salud pública. Ahora está asesorando a Obama. Es un defensor de la sanidad pública, aunque, como veremos, conjuga varios postulados que pueden provocar cierta sorpresa. Sus opiniones tienen un claro tinte tecnocrático. Por eso repite mucho lo del discurso ideológico, tratado peyorativamente e independientemente que sea de izquierda o de derecha. No ve por ello que exista mala intención en las medidas neoliberalizadoras que están tomando los gobiernos del PP del estado y de las comunidades autónomas. Mantiene, eso sí, una postura que, desde su base tecnocrática, resulta contundente a la hora de poner en evidencia lo que están suponiendo dichas medidas (privatizaciones, copago, tarjeta sanitaria de inmigrantes...). Veamos cómo se expresa en la entrevista que Público nos ofrece hoy: 

"No hay nada que indique que la gestión privada de hospitales públicos sea más barata; ningún documento ni internacional ni nacional legitima esa decisión en términos técnicos. En Suecia, donde sí se ha evaluado un ejemplo de privatización sobre un 6 o 7% de la población la información obtenida indica que al sector privado no le interesan ni los enfermos complejos y caros, ni instalarse en zonas rurales, ni hacer medicina preventiva".

"En España hay muy buena cobertura pública y no es necesario pasar a otra cosa (...) Nuestro sistema público, que se mantiene alrededor de un 8% del PIB, es un sistema bien rentable en el ránking europeo y mundial en relación con los resultados que está obteniendo, muy satisfactorios en el ámbito clínico, en Atención Primaria, en prevención, en vacunación, en cómo controlamos las gripes y las enfermedades emergentes".

"(...) lo que nos queda es flexibilizar el sistema. El sistema está excesivamente burocratizado, con una Administración Pública trasnochada para gestionar una cosa que necesita muchísima agilidad. Hay que dar más margen de maniobra a los directivos para que puedan mover personal y que no esté todo tan condicionado a un contrapoder sindical. Nosotros tenemos que pensar en los pacientes y para ello necesitamos más flexibilidad y abrir vías en dos grandes bloques: el empoderamiento de los pacientes y el empoderamiento de los profesionales".

"Los enfermos crónicos, entre otros, se tienen que autogestionar mejor, pero para ello tenemos que ayudarles, estar en contacto con ellos y no ponerles barreras como el copago, que sólo le dice al paciente que estorba y que cuanto menos venga, mejor".

"La selección de riesgos está probada en dos estudios en Suecia y, sí, eso ocurre en el sector privado. Pero incluso en España, en un seguro privado no te cogen si tienes 65 años, ni si tienes 40 pero muchas enfermedades. ¡Imagínate traspasar eso al sector público!".

"Sí, vamos al revés del mundo (...). Creo que legítimamente buscan una solución varita mágica, en este caso, la privatización, al problema de la sostenibilidad del sistema, pero no han calculado las consecuencias, igual que ha pasado con el copago, con la retirada de la tarjeta sanitaria a los inmigrantes irregulares. Estas medidas son para cumplir el presupuesto, pero el impacto sobre la salud va a ser muy grande".

"A mí no me parece bueno que una persona esté toda la vida en un cargo público, pero uno no debe tener una puerta giratoria con una empresa con la que ha estado colaborando".