martes, 15 de julio de 2014

Las eléctricas y la presunción de inocencia

Vivimos en un estado garantista en materia de derecho. Me parece muy bien. Sin embargo, en determinadas situaciones que afectan al derecho privado no existe ningún tipo de garantía. Ni jurídica ni social. Cuando una empresa privada -grande, casi siempre- te ofrece un servicio -léase electricidad, telefonía, agua...-, te corta de inmediato el suministro o la comunicación si no has pagado la factura. Acabo de leer que la empresa Iberdrola ha cortado la electricidad durante el año 2013 a casi 600.000 personas. ¡Sólo una de las empresas eléctricas! Me imagino -más todavía, estoy seguro- que en la mayor parte de los casos la ausencia de pago del recibo correspondiente se ha debido a una imposibilidad de fuerza mayor, sea, por ejemplo, no disponer de dinero por estar en paro. ¿Dónde están las garantías de las personas? La jurídica, en primer lugar, para dilucidar qué ha ocurrido. La misma de la que las empresas o la gente con recursos hacen uso para evitar o dilatar el ir a la cárcel o no pagar multas cuando han cometido delitos -en muchos casos graves y cuantiosos- y no una demora en el pago de un servicio. O la garantía de la seguridad de naturaleza social, ofrecida desde el estado, que permita que nadie se quede sin un derecho importante, como es disponer de electricidad en cada vivienda para satisfacer necesidades básicas.


(publicado el 22-03-2014)