martes, 10 de marzo de 2015

Obama amenaza a Venezuela

El acoso prosigue, pero cambia de grado. Fracasados los intentos de desalojar del poder al movimiento bolivariano -el último, mediante un golpe de estado militar puro y duro-, ahora es el imperio el que toma el relevo abiertamente. Lo que antes eran formas sibilinas, ahora lo serán explícitas. La financiación y el manejo de peones para conseguir su objetivo, sin que se paralicen, han dado paso a un protagonismo más directo del problema por parte de EEUU. Venezuela es ya públicamente una amenaza para la seguridad de ese país, según ha anunciado Obama, que ha firmado un decreto presidencial en el que dice: "determino que la situación en Venezuela, incluida la erosión de garantías de derechos humanos por parte del Gobierno de Venezuela, la persecución de oponentes políticos (…), constituyen una amenaza inusual y extraordinaria para la seguridad nacional y la política exterior de EEUU, y declaro una emergencia nacional para lidiar con esa amenaza". Un paso más en el acoso. Falta por ver cómo se concretará. Y también, cuál será la respuesta del gobierno venezolano, del movimiento bolivariano del que es expresión y de los amplios sectores de la población que hasta ahora lo han respaldado. También está por ver cómo responderán los gobiernos y pueblos vecinos, e incluso los organismos supranacionales (ALBA, CELAC, UNASUR...), que, en distintos grados y formas, están caminando juntos en la creación de una nueva América Latina. Ya se han dado las primeras muestras de solidaridad (Correa, Morales, el gobierno cubano, Fidel Castro...). No podemos esperar a que, como en 1973 en Chile, Venezuela caiga en las garras del imperio. La solidaridad internacional no debe flaquear, por lo que debemos denunciar la enésima intervención de los EEUU en contra de los pueblos latinoamericanos. Por muy rimbombantes que puedan parecer mis palabras.