sábado, 14 de noviembre de 2015

París, fascismos, lo peor de la humanidad

París ha vuelto a ser escenario del terror del fascismo islamista. En enero ya ocurrieron los ataques contra la revista Charlie Hebdo y un supermercado, pero la dimensión de lo ocurrido ayer por la noche es mucho mayor. El número de personas muertas y heridas es muy elevado. La sensación de horror es grande, a la vez que se ha extendido el miedo colectivo en mucha gente.

El artículo que escribí en enero, "Fascismos que se alimentan mutuamente", para mí sigue sirviendo como explicación de lo de ayer. Esa violencia no es ajena a la que abunda en otras partes del mundo y en especial en el marco geográfico de donde proceden los grupos y militantes islamistas que están actuando con tanta virulencia. La responsabilidad de las potencias occidentales, con Francia entre ellas, es grande. Llevan mucho tiempo interviniendo a su antojo, derribando gobernantes, atacando a sus poblaciones, fragmentándolas, creando y/o apoyando a grupos islamistas fundamentalistas... Quienes protagonizaron los ataques de París en enero y en noviembre son sus criaturas, aunque ahora se vuelvan contra ellas.


Ahora llegarán voceros del fascismo europeo lanzando proclamas de intolerancia, apuntando a chivos expiatorios y dejando de lado a quienes son responsables. Saldrán a las calles, actuarán contra víctimas inocentes y puede que rentabilicen electoralmente la situación. Un espiral de odios que no soluciona el problema de fondo. 


El huevo de la serpiente ya ha dado luz a otra serpiente. Feroz. Se oyen voces de más violencia. Espero que no sea la antesala de algo mucho peor. El fascismo. Los fascismos. Lo peor de la humanidad.