viernes, 8 de abril de 2016

Los "papeles de Panamá": maniobras de distracción y lo que se esconde detrás

La noticia de los conocidos como "papeles de Panamá" apareció como un bombazo. Los medios de comunicación que han accedido a su contenido nos van dosificando cada día la información, como una forma de sacar la tajada económica correspondiente como si de una mercancía se tratara.

Pese a la importancia de la noticia y la dimensión que ha alcanzado, han pasado varios días y no me he atrevido a escribir un comentario sobre lo ocurrido. En parte, porque he supuesto que se trata de un episodio más la trama de corrupción inherente al sistema capitalista que tiene como objetivo invisibilizar ingentes cantidades de dinero y desviarlas de los cauces que supondrían ser sometidas a las fiscalidad de los estados. 

Siempre fui consciente de que el hecho de que se hiciera pública la información de una sola firma financiera de un país, suponía centrarse en una ínfima parte de lo que se oculta en ese país y en las decenas de paraísos fiscales repartidos por el planeta. Creí, por tanto, que era un ejemplo más de una realidad de la que se conoce su existencia y se sospecha que es inmensa, pero no en lo concreto. 

Me ha llamado la atención, así mismo, que entre los nombres que han ido apareciendo no hayan aparecido entidades y personas relevantes, y sobre todo del corazón del sistema. Eso ha permitido que cada medio de comunicación haya resaltado aquello que le interesaba en función de su tendencia ideológica, a veces con una intencionalidad más que sospechosa. El primer día, por ejemplo, El País puso énfasis en las cuentas offshore que tiene el que fuera jefe del servicio de seguridad de Hugo Chávez, precisamente una persona que ya no vive en Venezuela y que se ha alejado del proceso revolucionario de su país. También, otro ejemplo, la insistencia en destacar las cuentas de personas más o menos conocidas por Vladimir Putin, como una forma de involucrar al presidente ruso.  

Pero ha sido hoy cuando he podido leer tres artículos que me han permitido no sólo saber más sobre el asunto, más allá del goteo de personas que aparecen en los "Papeles de Panamá". El primero, esta mañana, aparecido en Rebelión, escrito por Marco A. Gandásegui y titulado "Los Panamá papers y la falta de transparencia". Su autor destaca el origen de la información, de la que se ha responsabilizado el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ), que precisamente se trata de una asociación radicada en Washington que está "financiada por los Think Tanks más reconocidos del establishment conservador de EEUU y Europa". Y hace una comparación con las revelaciones de Snowden y Wikileaks: éstas "fueron transparentes en sus intenciones: descubrir las maniobras inaceptables del gobierno de EEUU. El Consorcio de Washington y sus 'papeles de Panamá' no son transparentes y aún no conocemos cuáles son, en última instancia, sus verdaderas intenciones".

El segundo artículo, también publicado en Rebelion, está escrito por Nikolás Stolpkin y lleva el título de "La jugada maestra detrás de los Panamá papers". Su autor es rotundo cuando dice que "El mensaje que está enviando el asunto "Panamá papers" es que los capitales ya no están seguros en paraísos fiscales como Panamá, el gran chivo expiatorio. Por lo que los grandes capitales podrían verse obligados a trasladar sus activos a un lugar más seguro y con menos restricciones". ¿Y dónde estarían seguros? EEUU, claro, un país con una "economía que ha perdido influencia en estas últimas décadas… No estaría mal que le reanimara unas fuertes dosis de capital".

El tercer artículo lo he leído esta misma tarde. Titulado como "Los Papeles de Panamá, ¿wet paper?" y publicado ayer en Prensa Latina, su autor, Luis Manuel Arce Isaac, plantea cuestiones muy jugosas y que en parte coinciden con los dos anteriores. De entrada ya destaca el origen de la información y su relación con los círculos del poder económico y político de EEUU. Eso es lo que explicaría que en la información publicada no hayan aparecido las "grandes empresas de Estados Unidos y Europa y de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE)".


Denuncia también el hecho de que no se esté incidiendo en lo que posiblemente sea la clave del asunto, pues se está hablando de personas y sus cuentas offshore, pero no de su naturaleza. Esto es, de los "instrumentos conscientemente creados por el gran capital para legitimar el fraude, la evasión fiscal y hasta el blanqueo de dinero, y que mayorean en las sociedades de las grandes urbes desde antes de la revolución industrial inglesa". Y es que la realidad, pese a los intentos por ocultarla, no deja ser "que más del 90 por ciento de los grandes capitales que forman los offshore son de reconocidas empresas de Estados Unidos, Europa y Japón".

Arce califica lo que está ocurriendo como "una maniobra de manipulación a gran escala y altos niveles cuyo objetivo no ha sido descubierto". Y quizás se podría responder a esa incógnita con lo planteado por Stolpkin al final de su artículo: "Olvidémonos de si fulano o mengano aparece en los 'Panamá papers', todo ello es distracción, especialmente diseñado para el vulgo. Allá ellos lo que quieran seguir distraídos con el circo. Lo cierto es que mientras nos distraen otros sacan provecho. La operación 'Panamá papers' se trata de una maniobra inteligente para poder reactivar la alicaída economía de los Estados Unidos".