viernes, 13 de mayo de 2016

Apuntes sobre la confluencia IU-Podemos

Esta entrada estaba prácticamente escrita a primera hora de la mañana, pero por distintas razones no la he podido publicar. He decidido mantener su contenido, pese a que a lo largo del día han ido apareciendo varias noticias de importancia (nombre de la coalición, primer sondeo electoral, reacción de Julio Anguita, acuerdo en el País Valenciano...). Mañana las tendré en cuenta.

El interés mutuo

El que se haya apostado por una coalición responde a un interés mutuo: poder optimizar mejor los resultados yendo juntos que por separado 


Podemos ha comprendido que necesita los votos de IU, tanto por los que obtuvo en diciembre como por lo que apuntan los sondeos: IU mejora en sus perspectivas, mientras que Podemos las empeora, con fugas en buena parte hacia IU, lo que supone una demostración de lo fallido del planteamiento anterior al 20D rechazando de plano a IU, de la que esperaba peores resultados, y apostando, desde la transversalidad, por ganar votos más moderados por el centro.


En el caso de IU renunciar a la confluencia tendría serios riesgos: podría ser mal interpretada por parte de su electorado, que en general ve como positivo lo que se denomina comúnmente como unión de la izquierda; a su vez, correría el riesgo de ser penalizada de nuevo con el voto útil.


Los sondeos


En las interpretaciones de los últimos sondeos se ha tendido a valorar que la confluencia puede mejorar los resultados, desechándose opiniones acerca de que la suma podría restar, a la vez que aceptándose que podría incluso ser un revulsivo; de hecho tanto en el PP y el PSOE como en los medios de comunicación afines se está mostrando cierta preocupación, teniendo en cuenta que con la confluencia se daría un nuevo escenario de disputa de escaños que perjudicaría a ambos partidos.


En todo caso, lo que ocurra en junio es todavía una incógnita, porque los sondeos últimos partían de la posibilidad de una confluencia, algo que ya es una realidad; cuando aparezcan los próximos se podrá tener una idea más aproximada de lo que opina el electorado.


Las listas


No ha habido mucha generosidad por parte de Podemos: en su mayoría ha cedido puestos donde no había obtenido escaños en diciembre.


IU sí la ha tenido, lo que resulta positivo, tanto para el objetivo inmediato, que es muy importante, como para sembrar de cara al futuro, que lo es más; y de esto IU sabe bastante, aunque no se entienda.

Los escaños son seguros en Madrid (puestos 5º y 9º) y Málaga (2º), en este caso teniendo en cuenta que por unos dos mil votos IU no obtuvo un escaños.

El resto, en su mayoría, se trata de puestos que podrían obtenerse si se cumpliera la suma aritmética: Madrid (11º), Sevilla (3º), Ciudad Real (1º), Álava (2º), Teruel (1º), Zaragoza (2º), Córdoba (2º).


Hay tres casos donde esa suma no permitiría obtener resultados, si bien existen ciertas posibilidades de conseguirlos: Cádiz (3º), Asturias (3º) y Palencia (1º).


En el País Valenciano todavía se está negociando.


El programa


Se ha presentado un programa marco de 50 medidas que recoge en lo fundamental las aspiraciones de Podemos e IU, dentro de unos parámetros propios de la izquierda política.

Llama la atención la no mención de la política de defensa y, dentro de ella, de la posición ante la OTAN y las bases de EEUU, sobre la cual la posición de IU es contraria, mientras que la de de Podemos nada entre la ambigüedad y la aquiescencia; otro asunto controvertido es la posición ante el modelo de jefatura de estado, donde IU manifiesta explícitamente su compromiso republicano.   

Los (algunos) problemas

Aunque los resultados de la consulta interna ha sido ampliamente favorables a la coalición electoral, ya ha surgido malestar dentro de IU en algunos territorios, si bien por distintas razones: en Almería, por la presencia del general Julio Rodríguez como número 1 de la candidatura; en el País Valenciano, donde la representación de EUPV se ha levantado de la mesa por serias discrepancias; o en Asturias, por el 3º puesto asignado a IU.