martes, 27 de septiembre de 2016

Colombia, una oportunidad para la paz

Ayer se firmó en Cartagena de Indias, Colombia, la firma del Acuerdo final de Paz Paz entre el gobierno colombiano y la guerrilla FARC que pone fin a una guerra de medio siglo. El presidente del país, Juan Manuel Santos, y el jefe guerrillero Rodrigo Londoño (conocido como Timoleón Jiménez Timochenko) rubricaron con un balígrafo (una bala con una punta para escribir) un acuerdo histórico. Estuvieron presentes jefes de estado de diversos países, sobre todo latinoamericanos, y el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon. También lo hicieron en su calidad de mediadores, habiendo jugado un papel muy importante en todo el proceso, Mona Froystad, representante del gobierno noruego, y Raúl Castro, presidente de Cuba. Precisamente en La Habana ha sido donde han tenido lugar las conversaciones entre las partes a lo largo de cuatro años. Falta la ratificación por el pueblo colombiano, que el 2 de octubre votará en referéndum, para lo que se prevé un apoyo mayoritario. La oportunidad para paz sigue presente. De momento, un primer paso: el simbólico. Falta el real, el decisivo, el que haga que la violencia estructural, en las raíces del conflicto, vaya dando paso a unas relaciones entre las personas que destierren la explotación y la rapiña de la gente poderosa.