sábado, 24 de septiembre de 2016

Dinero público contra la Marea Verde

Era el momento de las grandes movilizaciones. Iniciadas en los últimos años del gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, siguieron con los primeros de Mariano Rajoy. El 15-M, las mareas, la resistencia ante los desahucios, los escraches... ponían en solfa la gran estafa de la crisis, creada para apretar la tuerca al máximo sobre la mayoría de la población. En Madrid Esperanza Aguirre, todavía presidenta de la Comunidad, se sentía fuerte. No se sentía aludida por la Gurtel y no había saltado la Púnica, pero la gente tenía un cabreo de aúpa por las privatizaciones en la sanidad y la educación públicas. Es lo que provocó el nacimiento de la Mareas Blanca, por las batas, y la Marea Verde. Y hete aquí que una de las fieles escuderas de la Aguirre, una tal Lucía Figar, católica, apostólica, romana y, por supuesto, neoliberal, se dedicó a organizar una campaña de contrainformación contra la Marea Verde. A base de mentiras y calumnias, claro. Encargó para ello a una empresa... relacionada con la trama Púnica. Y todo pagado con dinero público, por supuesto. En 2015 Figar se vio obligada a dimitir por su relación con la trama antes aludida. Su jefa, de momento, se está librando de todo, incluida su huida de la policía en su coche y el correspondiente golpe en una moto. La corrupción permanente.