viernes, 3 de marzo de 2017

"Que en la muerte os persigan nuestras memorias" (Vitoria, 1976)


Assassins de raons, de vides,
que mai no tingueu repòs en cap dels vostres dies
i que en la mort us persegueixin les nostres memòries.
(Lluis Llach, fragmento de Campanades a mort, 1976)

No fue un hecho aislado. Ni un producto del azar. Ni una locura de los mandos policiales. Fue una advertencia. Una llamada de atención. En muchas ciudades y pueblos las movilizaciones estaban llenando las calles, cerrando los centros de trabajo, ocupando las universidades... La lucha contra la dictadura crecía. Había que parar eso. Y la muerte era una forma de hacerlo. Sólo en Vitoria hubo cinco. 

(Imagen: marzo de 1976)