domingo, 30 de abril de 2017

Rincones de los pueblos de la sierra de Tejeda

























Volví  a visitar ayer la comarca de La Axarquía. Más concretamente, los pueblos que se asoman a los balcones de la sierra de Tejeda. Algunos, pero todos ellos preciosos. En sus calles, monumentos y gastronomía. En medio de un imponente paisaje que te fascina al contemplarlo en sus colores y sus alturas. Un tapiz verde que esconde el blanco de calizas y mármoles, y el gris pizarroso entreverado de las cuarcitas blanquecinas. Un tapiz adornado desde tiempos inmemoriales por los tejos que le dan nombre. Y  por olivos, almendros y vides, las mismas que acabaron sustituyendo a las moreras que había dado cobijo y alimento a los gusanos de la seda. Y más recientemente, por las franjas alienadas en bancales de invernaderos.

Estuve en Canillas de Aceituno, Sedella, Salares, Árchez y Cómpeta, paseando por sus calles empinadas, surcadas del colorido de las flores que estallan en primavera sobre el blanco luminoso de las paredes. Disfruté de una arquitectura popular que hace de lo sencillo y lo bonito algo sublime. Esa forma de expresión colectiva donde se funden culturas que se han ido sucediendo y superponiendo en el tiempo. Por lo que pude ver, lo romano, lo árabe-andalusí, lo cristiano, lo mudéjar... Volví a maravillarme de esas joyas que son los antiguos alminares almohades de Árchez o Salares, con  sus paños de sebka decorando sus paredes. Encontré en Salares lo que no recordaba de otras veces y también unos rincones donde lo original y la belleza te obnubilan.  

viernes, 28 de abril de 2017

Cómo la corrupción se instaló en algún sector de IU de Madrid

Es público que el PP utilizó a algún sector de IU de Madrid, entre otros grupos, para perpetuarse en el poder y seguir perpetrando sus fechorías. Lo hemos visto, por ejemplo, en el papel jugado por José Antonio Moral Santín dentro de Bankia. La resistencia de quienes controlaban la federación ante las críticas internas fue feroz, provocando de hecho una escisión, que arrastró incluso a otros sectores de la organizaciónde los que ignoro todavía por qué los apoyaron cuando tuvieron lugar las elecciones municipales y autonómicas en 2015. 

Ahora acaba de salir que una de las personas más activas en ese comportamiento, entre corrupto y pasivo, y de esa resistencia era Libertad Martínez, diputada hasta esa fecha en la Asamblea de Madrid. Luego, directora adjunta de Estrella Digital, algo que me sorprendió desde el primer momento, pues se trata de un medio de la derecha, y donde he podido leer artículos suyos sorprendentes teniendo en cuenta sus orígenes. 

Su nombre está involucrado en la operación Lezo, la que está  investigando toda la trama montada por Ignacio González y compañía. Días pasados salía a la luz una de las conversaciones mantenidas entre Eduardo Zaplana y González, en un momento de a cual se aludía a la existencia de una periodista metida en un medio de comunicación para ayudar a crear confusión en las investigaciones policiales y judiciales. Hoy El Confidencial, que es también un periódico de la derecha, revela que dicha periodista es Libertad Martínez, que también ha sido metida como tertuliana en TVE, Telemadrid y 13TV. Su marido, un tal Juan Berga, incluso fue contratado por Estrella Digital como redactor jefe. Dado su nombre, me viene a la memoria uno de los miembros de la Nueva Izquierda que en los años noventa, durante el mandato de Julio Anguita, dio tanta guerra, provocando una escisión en IU. 

La corrupción de la trama Lezo está resultando de primera. Partiendo de sus promotores, vinculados al PP, se ha ido extendiendo a su entorno familiar y de amistades, haciendo uso de empresas, propias y ajenas, y de las distintas administraciones; luego se ha involucrado a otros ámbitos, como personas de otros grupos políticos y sindicales, o medios de comunicación; y finalmente ha atraído al mundo judicial, donde estamos conociendo los movimientos llevados a cabo por algunas instancias fiscales, como está ocurriendo con Manuel Moix. 

¡Ay, Libertad, cómo te lo tenías guardado! Alberto y demás, ¡qué bien hicisteis dando una patada a esa gente! 

jueves, 27 de abril de 2017

Los partidos se retratan ante el anuncio de moción de censura de Unidos Podemos

Unidos Podemos, con el apoyo de En Comú Podems y En Marea, ha anunciado esta mañana que presentará una moción de censura contra Mariano Rajoy. Casi de inmediato el PSOE, Ciudadanos y el PNV han reaccionado diciendo que no la apoyarán. Lógico, sabiendo qué representan esos partidos. Incluido el PSOE, que ya dejó gobernar al PP en el pasado otoño después del golpe interno contra Pedro Sánchez. Su portavoz parlamentario, Antonio Hernando, ha sido muy duro, aludiendo a "mala fe". Susana Díaz, por su parte, ha hablado de "numerito". Y Pedro Sánchez, que se ha erigido en la carrera de las primarias en la izquierda de su partido, ha recordado que no cuenta con respaldo suficiente. Para Rafael Villegas, secretario general de Ciudadanos, se trata de "un número de circo". Y Aitor Esteban, del PNV, cree que "responde a un fin partidista". Todo el mundo retratado. Mientras tanto, el PP, el partido de la corrupción, seguirá gobernando. Como si nada.   

miércoles, 26 de abril de 2017

El bombardeo de Gernika y el Guernica de Picasso


"Picasso no sólo utilizó un lenguaje formal para comunicar lo que quería, sino que en ese lenguaje se encuentra implícito el contenido. El Guernika, su visión, es la muerte en acción; supone la muerte de la civilización; es necesario elegir: o barbarie o civilización, o nazismo o civilización. El cuadro desentraña la realidad misma, sin querer evadirla, ni siquiera desvirtuarla". 

No sé la fecha concreta en que escribí esas palabras y dibujé el fragmento de la obra de Picasso, pero lo fue entre finales de 1982 y principios de 1983. Escribí su título incorrectamente mezclando el castellano y el euskera, cuando Picasso lo hizo en el primero de los idiomas. El contenido de mis palabras estaba inspirado en Giulio Carlo Argan, quien en su obra El arte Moderno había dedicado un breve análisis del cuadro.

Mucho se ha escrito del bombardeo. Sabemos mucho de él y también de los intentos por parte de quienes lo perpetraron para minimizarlo, desvirtuarlo... Recomiendo la obra escrita por Herbert R. Southworth La destrucción de Guernica. Periodismo, diplomacia, propaganda e historia. También sabemos mucho del cuadro. De sus orígenes, de la forma en que se hizo, del tiempo que empleado... También se ha escrito mucho sobre su contenido, aunque aquí hemos de entrar en otro mundo, el de las interpretaciones, donde se mezcla lo formal, lo iconográfico y hasta lo iconológico. Y siguiendo con las recomendaciones, propongo el trabajo de Juan Antonio Ramírez, que lleva el título de Guernica

Nunca un acontecimiento histórico y una obra de arte han estado tan unidos. El horror y el arte. El bombardeo de Gernika y el Guernica de Picasso. El horror de un suceso más de una guerra. Un suceso que después ha sido superado por muchos más en muchas más guerras. Pero fue ese en concreto el que ha acabado unido a una de las obras cumbres del mundo del arte. Para que su memoria acabe perdurando por los siglos de los siglos.

Se dice que Picasso dijo un día, contestando a un militar o funcionario alemán, que él no hizo eso, sino que fue cosa de “ustedes”, refiriéndose al nazismo alemán. Habría que añadir, según  lo investigado por Southworth, que en conjunción con los mandos españoles que se habían sublevado en 1936.   


No pretendo ahora adentrarme ni en lo histórico ni en lo artístico. Sólo quiero dejar constancia que un día como hoy hace ochenta años ocurrió.  

martes, 25 de abril de 2017

Le Pen y Macron, las dos peores opciones

Las encuestas han acertado. Los resultados, en líneas generales, han coincidido con las previsiones que se estaban haciendo, teniendo en cuenta que las escasas diferencias podían dar lugar a algunas variaciones, incluso vuelcos. Mi alusión a las posibilidades de Jean Luc Mélenchon se basaba en el crecimiento espectacular que había estado conociendo en las últimas semanas, duplicando la intención de voto de los primeros momentos. Al final, por lo ocurrido, se estancó (19,6%), apenas a 0,3 puntos de François Fillon (19,9%) y a 1,8 de Marine Le Pen (21,4%). Quien subió algo más ha sido Emmanuel Macron (23,8%), que acabó desbancando del primer puesto a la candidata del Frente Nacional.

Ahora toca una segunda vuelta previsible. Macron, que ya cuenta con el apoyo oficial de las dirigencias y/o candidatos de republicanos y socialistas, además de quienes controlan las instituciones de la UE, será con seguridad el próximo presidente de Francia. Las apuestas estarían en la diferencias sobre su rival. Por ahora le conceden un 60%, pero está por ver cómo irá oscilando. En todo caso, si Le Pen parte de un 40% en los apoyos, duplicaría en la práctica los obtenidos el domingo. ¿De dónde saldrían? No cabe duda que buena parte provendrían de la derecha conservadora que ha representado el gaullismo durante mucho tiempo y que ha apoyado a Fillon. Pero no sólo. También de algunos sectores que han votado a Mélenchon, en su mayor parte de condición social humilde, que pueden ser atraídos por el populismo ultraderechista frente al neoliberalismo que representa Macron.  

En el seno de la izquierda grupos como el NPA (con candidato propio) o el PCF (que apoyó a Mélenchon) ya han lanzado la consigna de parar a Le Pen. Mélenchon no se ha pronunciado explícitamente, salvo decir que la gente sabe lo que tienen que hacer, y la plataforma que le ha apoyado consultará a sus bases. Lo que finalmente haga el electorado de izquierdas está por ver. Porque no votar a le Pen no tiene por qué suponer hacerlo por Macron. Y máxime cuando éste lo tiene seguro. Una forma, en fin, de delimitar los apoyos: ni a uno ni a otra; ni al candidato del neoliberalismo gobernante ni a la candidata ultraderechista xenófoba.    

sábado, 22 de abril de 2017

Mozart y Salieri, cara a cara, pero no tan rivales


















Para mucha gente referirse a Antonio Salieri (1750-1825) es hacerlo a través de Amadeus, la película que dirigió Milos Forman a mediados de los ochenta, donde nos muestra al músico veneciano como un hombre tortuoso que se debate entre la envidia y la admiración por Wolfgang Amadeus Mozart (1756-1791). Éste, a su vez, reconocido unánimemente tras su muerte como genio y una de las cumbres del mundo de la música, es presentado como una persona inmadura e inestable. 


José María Roca, sin embargo, ha escrito una obra teatral, Mozart vs. Salieri, en la que se aleja de esa línea de interpretación, en gran medida dicotómica, que inauguró en el siglo XIX Aleksander Puskhin y la recogió en el XX Peter Shaffer. Ahora se nos ofrecen dos personajes coetáneos y no muy distantes en edad que vivieron en la Viena imperial y hasta llegaron a influirse mutuamente. El autor evita equilibrarlos en méritos musicales, valorándolos en cuanto que buscaban ante todo la belleza desde la creatividad. Mozart sigue siendo lo que fue, ese genio antes referido, pero nos muestra a Salieri como un gran músico que, a lo sumo, tuvo la mala suerte de verse eclipsado por el primero. Sin olvidar tampoco que en los años que coincidieron en Viena el mundo llamémosle occidental estaba en proceso de cambio político, con una revolución francesa, no muy lejana geográficamente, que iba dejando huella en ideas y hasta en las propias obras musicales.    

A lo largo de una hora se ofrece un diálogo constante, rico en palabras y matices, con la música de uno y otro acompañándolo. Mientras hablan se reconocen mutuamente y muestran las situaciones contradictorias que vivieron, cuando no sufrieron. Salieri, el mayor y también más longevo, vivió dentro del éxito profesional oscuro de profesor y director, pero cuasi desconocido en su faceta creadora. Mozart, el más joven, pero muerto prematuramente, pasó de la fama de niño prodigio a la incapacidad de hacer valer su obra mientras vivió. 

El desarrollo de la obra es presentado en un espacio intemporal, a modo de limbo, cuando Mozart, muerto años atrás, recibe al recién fallecido Salieri, iniciándose así un diálogo donde van repasando y aclarando distintos aspectos de sus vidas. La puesta en escena, austera pero precisa, está dotada de una singularidad que la enriquece: a través de dos cámaras dirigidas a cada personaje podemos ver sus primeros planos en sendas pantallas de televisión cruzadas entre sí. Como actores, con bastante buen hacer, Javier Castro, en el papel de Salieri, y Alex Peña, en el de Mozart. Y la compañía, sevillana, Producciones Imperdibles.

Eso es lo que vi(mos) y disfruté(amos) ayer en Chiclana. Con un pero, que en realidad es una pena: sólo asistimos una treintena de personas.      

Lágrimas de cocodrilo en medio de algo más que una charca de ranas

Hace unos días Esperanza Aguirre le soltó a Manuela Carmena durante un debate en el pleno del ayuntamiento madrileño algo así como que "en política se viene llorado". Quería mostrar con sus palabras que ella es una persona fuerte e implacable, que es lo que, al parecer, se correspondería con quienes se mueven en el mundo de la alta política. Anteayer, sin embargo, la mujer se quebró cuando estaba haciendo unas declaraciones acerca de la detención de su protegido Ignacio González. Lo consideraba lamentable, tanto como si sí o como si no. Cinco años antes al mismo González también se le quebró la voz cuando tomaba posesión de su cargo como presidente de la Comunidad de Madrid, después que Aguirre dimitiera por los casos de corrupción que empezaban a aflorar. Después de tanto llanto del uno y de la otra está claro que la lideresa no ha cumplido con su propia advertencia. Lágrimas de cocodrilo en medio de algo más que una charca de ranas. 

El PP, instalado en la trampa y el fraude electoral

A principios de los noventa pudimos ver cómo se las componía el partido. Recién dejado su antiguo nombre, la Alianza Popular que fundara Manuel Fraga en 1976, y ya como nuevo Partido Popular, dirigido por el novel José Mª Aznar, saltó el caso Naseiro. Un nombre derivado del primer apellido del tesorero del partido, de nombre Rosendo. Grabado in franganti en conversaciones telefónicas donde se hablaba de lo humano más que de lo divino, acabó siendo procesado, junto con otros prebostes del partido (el anterior tesorero, Ángel Sanchís; el entonces alcalde de Cartagena, Manuel Zaplana...) y acusado de financiación ilegal del partido, soborno, compra de votos, enriquecimiento ilícito personal... Pero llegó el Tribunal Supremo y lo echó todo a perder, porque declaró ilegal la forma usada para conseguir la información: a resultas de un pinchazo telefónico mientras se investigaba otro caso, con otras personas relacionadas con el narcotráfico.

Desde entonces el nuevo PP tuvo vía libre para seguir con sus correrías, de las que sabemos mucho, pero poco si proyectamos lo que más que sospechamos que se esconde debajo. Mientras en los noventa se lanzaban a la yugular del PSOE por los casos de corrupción que iban saliendo, las gentes del PP seguían expandiendo su imperio financiero allá donde iban tocando poder: desde el local y el autonómico, por donde entonces tenían más, hasta el central, cuando en 1996 llegaron por primera vez al gobierno.

Ha contado Jorge Verstrynge, en pleno caso Bárcenas, que fue testigo como secretario general de AP de la forma en que llegaba el dinero procedente del empresariado. A raudales, como tributo de un doble deseo: agasajar a su partido favorito y facilitar futuras operaciones. Y esto nunca ha faltado. Sólo que el entramado se ha hecho mucho más grande y complejo. Se ha extendido por doquier en todos los ámbitos de lo público y de lo privado. Y en ello, por supuesto, entra el enriquecimiento de muchas gentes, que, además, no les ha faltado el hacer ostentación del lujo y del consumo, aun cuando pueda resultar hortera. Y también, por supuesto, entra el saqueo del dinero público, con el que se ha subvencionado todo tipo de operaciones (construcción de obras públicas, organización de eventos, concesiones privadas, etc.) para que el partido funcionara y la gente más lista se lo llevara crudo a sus cuentas corrientes.

Todo un entramado apoyado en la impunidad absoluta, descarada y descarnada. Con sectores del mundo judicial mirando para otro lado, archivando casos, minimizando las condenas, retardando los procedimientos... Con un electorado entre implicado, atontado o agradecido que se creía, entre tantas cosas, aquello de "España va bien" o "Somos una gran nación". 

De esta manera se han financiado antaño AP y luego PP. De esta forma han organizado campañas electorales, construido sedes, contratado a gente, regalado prebendas, ampliado la clientela... Más que evidencias de las trampas con que han jugado. Trampas que no son otra cosa que el fraude que han cometido sucesivamente en las contiendas electorales. Y así nos va.  

viernes, 21 de abril de 2017

Ahora le toca al "compi yogui"

Hace un año salió la noticia de la implicación de Javier López Madrid en los casos de corrupción relacionados con la empresa constructora OHL y con Bankia (ver en este cuaderno la entrada "'Compi yogui' y las amistades peligrosas"). Por ese motivo salieron a relucir también los mensajes que intercambió con la reina Letizia, en los que ésta soltó aquello del "compi yogui". He dicho la reina, sí, amiga del susodicho, como lo es también su esposo, el rey. 

Hoy López Madrid ha sido detenido y está declarando ante el juez. Tiene que ver con el entramado empresarial-delictivo donde Ignacio González está involucrado. Cosas de comisiones y mordidas para llevárselo crudo (él mismo y quienes sean) y, claro está, para financiar a su partido. Una de las sociedades de ese entramado es OHL, donde el susodicho es consejero delegado. Su presidente es Miguel Villar Mir, suegro para más señas, miembro del Opus Dei, ministro que fue con la dictadura (siendo jefe de gobierno Arias Navarro y ya rey Juan Carlos I de Borbón), directivo durante un tiempo del Real Madrid y aspirante fracasado a la presidencia (¿qué tendrá ese club para que atraiga tanto a gente como él, Florentino y demás?), etc.  

Y en esos estamos, ahora le toca el "compi yogui", el de las amistades peligrosas. ¡Qué alegría! Por ahora. 

jueves, 20 de abril de 2017

La detención de Ignacio González, una prueba más de la corrupción sistémica y sistematizada de su partido

Al parecer se lo temía y lo había avisado a su familia. Ayer fue detenido. Si salió indemne del asunto del ático de lujo en Marbella, no ha sido así en lo de la empresa de aguas Canal de Isabel II. Decían que era la joya de la corona del chiringuito del PP en la comunidad de Madrid. Dotada de un presupuesto supermillonario, se han dedicado a saquearla descaradamente, invirtiendo en países lejano mediante compras caras para luego venderlas baratas y quedarse con la diferencia. 

Y ahí estaba Ignacio González, uno de los hombres fuertes del PP en Madrid, que fue presidente de esa joya financiera, consejero de la Comunidad y finalmente su presidente. Elegido cuando su protectora, Esperanza Aguirre, se vio obligada a dimitir por la corrupción en su partido. Leer su historial político es hacerlo sobre una sucesión de escándalos. Y siempre, con el dinero de por medio. Dinero público, claro, del que luego se han ido apropiando personalmente para enriquecerse y han desviado parte para financiar a su partido. Lo que se sospechaba, ahora está resultando más que evidente, como se desprende de las actuaciones policiales y judiciales. 

Es uno más de tanta gente que no ha parado de hacer uso de lo público para expoliarlo. La misma gente que se ha dedicado a decir que la gestión privada es más eficaz. Que vivíamos por encima de nuestras posibilidades. O que cuando se les ha pillado, airean cosas como que en todos los partidos existe o que se trata de algunas ranas. Eso, cuando no mienten, niegan o se salen de rositas en procesos judiciales.

Nombrar comunidades como la de Madrid, la valenciana, Murcia, Baleares... ya huele mal cuando se menciona lo de la corrupción. Nombrar a Púnica, Gürtel, Brugal... no es hacerlo de algunas marcas comerciales. Nombrar a Rato, Bárcenas, Soria, Mata, Granados, Barberá, Camps, Fabra, Cotino, Castedo... es hacerlo de una pléyade de dirigentes de un partido y altos cargos públicos que han hecho y/o han dejado hacer lo que han querido. Forman parte de una lista mucho más larga que llega hasta el último rincón de cualquier pueblecito perdido quién sabe dónde. 

Seguro que irán saliendo más nombres. Está por ver, no obstante, si quienes estaban por encima se encuentran entre ellos. Ya se sabe, los de Rajoy, Aguirre, Ruiz Gallardón...  Cabezas de un partido más que manchado por la corrupción sistémica y sistematizada.  

martes, 18 de abril de 2017

Posibilidades para Mélenchon, en una primera vuelta de las presidenciales francesas abierta

La campaña de  las elecciones presidenciales francesas está al rojo vivo. Y nunca mejor dicho, ya que Jean Luc Mélenchon ha roto los pronósticos iniciales después de haberse convertido en un aspirante serio a la presidencia. Tras el fiasco inicial del candidato conservador, François Fillon, inmerso en comportamientos corruptos, se había trasladado la disputa a la candidata del Frente Nacional, Marine Le Pen, y al disidente socialista, de corte centrista, Emmanuel Macron. Por otro lado, lejos, se encontraban el candidato oficial del PSF, Benoît Hamon, y el propio Mélenchon, candidato principal de la izquierda bajo la fórmula de la Francia Insumisa. Pese a  todo, ahora mismo puede decirse que no hay nada decidido de cara a la votación del próximo domingo. 

Según se desprende de la mayoría de los últimos sondeos, tanto Le Pen como Macron se han estancado e incluso ha bajado en las previsiones, con una intención de voto entre el 22% y el 24%. Llama la atención la resistencia de Fillon, al que se había descartado semanas atrás, pero que mantiene un nivel de apoyos nada despreciable, no inferiores al 18%. Lo más sorprendente, sin embargo, se encuentra en la constante subida de los apoyos de Mélenchon, que ha pasado de niveles inferiores al 10% a duplicarlos, por encima del 18%. El principal perjudicado de esta subida ha sido Hamon y por partida doble: desde le primer momento, por la preferencia de los barones del partido por Macron, con el consiguiente apoyo de parte del electorado del PSF e incluso de sectores conservadores disgustados con Fillon; y ahora, por la tendencia en el electorado de izquierdas de orientar el voto hacia Mélenchon, mucho más decidido en su discurso, con una personalidad más fuerte y con un programa nítidamente de izquierdas.

Teniendo en cuenta las características del sistema electoral francés, con un ballotage en la segunda vuelta a cargo de las dos candidaturas más votadas en al primera, se está haciendo hincapié en el juego de opciones que el electorado tiene ante sí. Eso supondría que bastante gente, dentro de los parámetros del llamado voto estratégico, optaría por un candidato no preferido en primera instancia si de esa manera evitara que no triunfara la candidatura no deseada. 

Se han llegado a hacer sondeos en este sentido, de manera que, por ejemplo, Le Pen, que podría ser la más votada en la primera vuelta, tendría escasas posibilidades de ganar en la segunda. Incluso en la hipótesis de tener que enfrentarse a Mélenchon, saldría perdiendo.

Esta nueva situación es la que quizás explique la resistencia de Fillon en las encuestas, lo que reflejaría que una parte del electorado más moderado, sobre todo de la derecha, lo que busca es evitar que gane el candidato de la izquierda. En este caso el perjudicado sería el que hasta ahora se creía que era el favorito en la segunda vuelta, Macron, con un perfil centrista que potencialmente atrae a sectores del electorado moderado de derecha y de izquierda.

El contexto en el que se están dando estas elecciones resulta de gran importancia para el futuro de la UE y también de sus relaciones con EEUU. El brexit ha supuesto un contratiempo, en gran medida reforzado por el triunfo de Trump en EEUU. Dos de los candidatos, Fillon y Macron, se inscriben dentro del europeísmo neoliberal dominante, lo que conlleva mantener el statu quo institucional, económico e internacional, incluido lo referente al tratamiento de las personas de origen extranjero que viven o aspiran a ello dentro de las fronteras europeas. 

Por otro lado, mientras Le Pen mantiene una postura antieuropeísta, más proteccionista en lo económico y descaradamente xenófoba, Mélenchon se sitúa en una posición claramente diferenciada, tanto de los primeros como de la candidata del Frente Nacional. No siendo antieuropeísta, sí se opone al actual modelo de la UE, sujeto a los cánones del neoliberalismo. A su vez, desde los valores de la izquierda no defiende medidas de carácter xenófobo, a la vez que busca atraer a todos los sectores asalariados. Para ello propone la recuperación por el estado de mayores atribuciones, de manera que puedan tomarse medidas que favorezcan los salarios y los derechos sociales, tan castigados por las políticas neoliberales de los gobiernos anteriores.

La irrupción de Mélenchon ha sido, pues, clave para entender esta nueva situación. Y lo ha hecho, en primer lugar, llevando a cabo una atrevida estrategia electoral en la que ha combinado el empleo de las nuevas tecnologías de la información con cambios en el discurso, enfatizando aquellos aspectos relacionados con lo nacional-popular. Esto explica, a nivel simbólico, el canto de “La Marsellesa” al final de los actos electorales y la mayor presencia de las banderas francesas. En cierta medida busca arrebatar a Le Pen el monopolio del discurso nacionalista, sobre todo cuando se dirige a los sectores sociales asalariados de origen no inmigrante, antaño abrumadoramente de izquierdas, pero en los últimos años desplazados en parte hacia el Frente Nacional.  

A la volatilidad inesperada del voto de los últimos días hay que unir lo que representa el electorado que no ha decidido aún su voto o que no ha querido expresarlo en los sondeos, que se ha cuantificado en torno a la tercera parte. Se dice que este voto, en especial el oculto, beneficiaría más a Fillon, más anclado en lo que se denomina como Francia profunda, tradicionalmente conservadora y que ha alimentado al gaullismo desde 1945.

En todo caso, tanto la indefinición como el ocultamiento del voto lo que hace es añadir un ingrediente más de imprevisibilidad a la votación del domingo. Todo puede ocurrir en lo que respecta a Le Pen, Fillon, Macron y Mélenchon, pues parece claro que Hamon ya está descartado. Hay muchas cosas en juego, de máxima importancia para Francia, Europa y el mundo. Veremos que deciden en un primer momento los franceses y las francesas.  

sábado, 15 de abril de 2017

Segundo aviso de Trump, esta vez en Afganistán

Una megabomba de 10 toneladas ha sido lanzada en Afganistán contra las posiciones del ISIS. Su nombre resulta rimbombante: GBU-43/B Massive Ordnance Air Blast (Bomba de Aire de Explosión Masiva). Bautizada también como la madre de todas las bombas, se dice que sólo la bombas nucleares tienen mayor capacidad destructiva. Fue fabricada, al parecer, durante el mandato de su antecesor, Barak Obama. Oculta su existencia hasta ahora, ha sido el nuevo mandamás estadounidense quien ha apretado el simbólico botón rojo. 

Días antes había ordenado el ataque contra Siria durante la visita a su país del presidente chino, Xi Jimping, y mientras comían una tarta de chocolate. No sé qué habrá comido o bebido en el último episodio -¿un bombón acaso? ¿se habrá atragantado.

En efecto, Donald Trump ha mandado otro aviso. Esta vez en forma de una megabomba. El escenario, Afganistán. El objetivo a primera vista, el ISIS. El objetivo por ahora oculto, Corea del Norte. La lógica, que no deja de ser el presidente de un imperio. En decadencia, sí, pero con el suficiente poder para dejarse ver. Ningún imperio ha desaparecido sin haber dejado de sembrar guerras. Es su sino. ¿Acabará llevándonos a la muerte? 

viernes, 14 de abril de 2017

El bipartidismo moribundo y las perspectivas electorales

A lo largo de este escrito me voy a referir exclusivamente a los partidos que actúan en el ámbito estatal, bien como tales o bien en consonancia con otros de un ámbito territorial menor, como ocurre con Unidos Podemos en relación a las confluencias en Cataluña, País Valenciano, Galicia y Baleares.

Los cambios en el sistema de partidos

La composición del voto desde 2011 ha ido cambiando, hasta el punto que, como lleva defendiendo Jaime Miquel, el bipartidismo está sentenciado de muerte. Desde entonces los dos partidos que lo han conformado, PP y PSOE, han ido retrocediendo de una forma considerable en número de votos tanto por separado como en la suma de ambos.

Resultados del PP y el PSOE en las elecciones generales


2008
2011
2015
2016

Núm.*
%
Núm.*
%
Núm.*
%
Núm.*
%
PP
10,3
39,9
10,9
44,6
7,2
28,7
7,9
33
PSOE
11,3
43,9
7
28,8
5,5
22
5,4
22,7
PP + PSOE
21,6
83,8
17,9
73,4
12,7
50,7
13,3
55,7
Fuente: Ministerio del Interior
* En millones.

Resulta evidente que desde las elecciones generales de 2008 ambos partidos han perdido 8,3 millones de votos en relación a las de 2016, que en términos relativos supone la pérdida de 28 puntos (33, en 2015). Ya en 2011 la suma de ambos supuso una bajada, no tanto por el PP, que subió algo en número de votos, como por el  PSOE, que se dio el gran batacazo con la pérdida de más de 4 millones. Hubieron de ser las elecciones de 2015 donde los apoyos al bipartidismo alcanzaron su mínimo histórico, esta vez por la mayor pérdida de votos en el PP, concretamente de 3,7 millones. Previamente, en las europeas de 2014, las municipales y autonómicas de 2015 (sin contar las autonómicas de Cataluña, Galicia, País Vasco o Andalucía) ya se había mostrado esa tendencia.

Por el contrario, otros grupos han ido ganando terreno a su costa, aun cuando en ellos haya habido ciertas modificaciones. Quizás las más llamativas hayan sido los casos de UPyD y Ciudadanos, con orígenes distintos, pero con grandes coincidencias programáticas. El primero ha acabado desapareciendo en favor del segundo, Ciudadanos, que además ha ido recogiendo votos en el electorado del PP. IU ha visto finalmente frenado su crecimiento en favor de Podemos, que, a su vez, se aprovechado de parte de su electorado, pero en mayor medida lo ha hecho de la abstención, del electorado del PSOE y de quienes votan por primera vez.

Finalmente, mientras Ciudadanos se ha consolidado como el segundo partido de la derecha, parece que por la izquierda se ha encontrado la fórmula apropiada en los acuerdos habidos entre Podemos e IU, que han dado lugar a Unidos Podemos, y entre éste y las confluencias En Comú Podems (Catalunya), En Marea (Galicia), Compromís, Podemos y EUPV (País Valenciano), y Podemos, Mes y EUIB (Baleares). 

La brecha generacional en la orientación del voto

Los cambios que se han ido operando en los últimos años tiene una expresión muy clara en la grieta generacional que se ha empezado a dar: las generaciones más jóvenes, hasta los 44 años, votan más por Unidos Podemos y las confluencias, y Ciudadanos; por el contrario, a partir de esa edad la preferencia es mayor por PP y PSOE. En los dos casos y en líneas generales en una relación inversamente proporcional. Atendiendo a cada grupo, Unidos Podemos y las confluencias representan la fuerza más votada hasta los 44 años, mientras que el PP lo es a partir de esa edad. 

Apoyos electorales por grupos de edad


Fuente: encuesta elaborada por Jaime Miquel y Asociados, marzo de 2017, para Público

No cabe la menor duda que la grieta generacional va ser una de las claves para entender el futuro electoral, pues las personas que componen electorado de las edades más avanzadas, donde PP y PSOE son muy superiores en los apoyos, van a tender a ir desapareciendo, a la vez que irá ganando peso el electorado de los actuales grupos de edad más jóvenes, incluyendo a quienes se van incorporando a la posibilidad de votar. 

La debacle de PP y PSOE tiene que ver con unas formas diferentes de afrontar la lucha política, alejadas cada vez más de las que sirvieron hasta 2011, cuando el PP arrasó en las generales y el PSOE se hundió. Las claves de ese cambio tienen que ver con una cultura política que ya no tiene como referente principal lo ocurrido durante la Transición y las instituciones que surgieron de ella. Tiene que ver también con nuevas formas de comunicación, donde los medios tradicionales están dando paso a otros basados en las nuevas tecnologías de la información.

Las diferencias se manifiestan con mucha claridad en el ámbito territorial, donde hay claros contrastes. En las provincias del interior, que tienen una población más envejecida, un nivel de formación académica más bajo y un mayor peso de lo rural, hay una preferencia abrumadora por PP y PSOE. En el caso del PSOE hay que añadir la tendencia a localizarse en mayor medida en las provincias más meridionales, especialmente en  las andaluzas.

En las provincias de la periferia, junto con Madrid, más urbanizadas, con una población más joven y mayor formación académica, esos partidos pierden importantes apoyos, de lo que se aprovechan Ciudadanos y Unidos Podemos y sus aliados.

La paradoja dramática

Pero no debemos olvidar otro aspecto, para mí primordial, aun cuando no se perciba de una forma clara, como es la situación socio-profesional y el modelo de relaciones laborales en que se mueve cada una de las generaciones aludidas. Y aquí entra una situación que yo la denomino como de paradoja dramática. Lo iré explicando en las siguientes líneas. 

Los grupos que han gobernado hasta ahora, PP, PSOE y, cuando existía, CiU han apostado por las medidas neoliberales. Esto es, menor gasto social, privatización de servicios públicos, recorte de salarios, precarización del empleo, especulación en la vivienda, etc. Son apoyados en mucha mayor medida por quienes ya tienen asegurado el futuro o están en el ocaso de su vida, de manera que tienen trabajos más estables y mejor remunerados, mayor nivel de renta, vivienda asegurada, pensiones aseguradas, etc. Aunque pueda resultar paradójico, sobre todo entre quienes apoyan al PP, buena parte de estos apoyos provienen de los sectores sociales asalariados o que lo fueron.

En el caso de los nuevos grupos políticos hay que resaltar importantes diferencias entre sí. Mientras que los planteamientos de Ciudadanos están en la línea del neoliberalismo, los de Unidos Podemos y las confluencias se orientan hacia una política económica que puede calificarse de socialdemócrata. En todo caso, alejada de la austeridad neoliberal, que conlleva la recuperación del papel nivelador del estado en favor de las rentas más bajas, y mayores impuestos para las rentas más altas y las grandes empresas.

Quienes más se están beneficiando de las ventajas del estado del bienestar, están optando por las posiciones conservadoras, que son las que se  están desmantelando y están ocasionando un claro perjuicio a las generaciones más jóvenes, que al fin y al cabo no dejan de ser en la mayor parte de los casos sus hijos o hijas. Por su parte, las generaciones más jóvenes, compuestas en su mayoría por las víctimas de la política del neoliberalismo, han optado por acabar con los instrumentos tradicionales de reivindicación social, como es el caso de los sindicatos, aun cuando han creado otras nuevas, pero de menor dimensión e incidencia. A la vez han reducido la presión social que tradicionalmente se ha llevado a cabo mediante las movilizaciones. Como consecuencia, esta actitud no deja de incidir negativamente a la hora de combatir las medidas neoliberales.

El futuro de los partidos

Mucha gente se pregunta por qué el PP sigue manteniendo unos niveles de apoyo electoral, aparentemente sin apenas mermas, y que los sitúan como primera fuerza política. No debemos olvidar que, al fin y al cabo, recoge los votos ideológicos de la derecha (identidad española, identidad católica tradicional...), los propiamente sociales (mayores rentas, profesiones de mayor cualificación, clases medias propietarias del campo y la ciudad...) y los que contienen una buena dosis de miedo (sobre todo en la gente mayor). Por otro lado, es el partido que resulta más favorecido por el sistema electoral, que da lugar a una sobrerrepresentación de las provincias menos pobladas en detrimento de las que tienen más.     

En esta situación el partido más perjudicado es el PSOE, que no cesa en su sangría de votos y que continuará cualquiera que sea el resultado de sus primarias internas. Si gana Susana Díaz, perderá buena parte del electorado más progresista que podría apoyar a Pedro Sánchez. Si lo hace éste, ocurrirá lo mismo con el electorado que apoyaría a Díaz. Tiene un cierto parecido con lo que está ocurriendo en Francia, donde el vencedor de las primarias del PSF, Hamon, no está recibiendo el apoyo de quienes optaron por el perdedor, Macron, que a su vez ha decidido presentarse a las elecciones presidenciales. La idea del riesgo de pasokización del PSOE no resulta descabellada.

Mientras tanto, Ciudadanos se está convirtiendo en el recambio del PP, horadando en su electorado, aun cuando por ahora lo está haciendo lentamente. A su favor tiene el potencial de las generaciones más jóvenes, en las que hay sectores alejados de los peligros derivados de la desestructuración social que se está viviendo.

Unidos Podemos y las confluencias, en fin, son los que tienen mayor potencial de crecimiento electoral. Las condiciones sociales le favorecen, porque les permiten recibir el apoyo de los sectores de población más castigados. Como éstos se encuentran entre los más jóvenes, disponen del potencial que aportan, mientras las personas de edades mayores van feneciendo. El riesgo mayor lo tienen en la abstención, donde suelen refugiarse quienes sienten en mayor medida el desencanto de la política  y que tradicionalmente se ha manifestado en mayor medida en el grupo más joven. La desmovilización social no deja de ser un peligro.

Lo que haya de ocurrir en el futuro, está por ver. Pero creo que lo que he descrito en las líneas anteriores puede ayudar a entender algo.

Siguen si retirar el medallón del príncipe del fascismo en la Plaza Mayor de Salamanca

Hace tres meses le dediqué una entrada en este cuaderno al medallón que tiene Franco en la Plaza Mayor de Salamanca ("Franco y el medallón de la discordia"). Hoy me he dado un paseo por la maravillosa plaza castellana y he ido a comprobar si todavía seguía allí. Confiaba en que ya lo hubieran retirado, pero ahí seguía, limpio, muy limpio, como si le hubiesen sacado brillo. Está visto que a quienes corresponde hacerlo, tan amantes del imperio de la ley, como les gusta presumir, hacen la vista gorda a todo lo que huela a Franco y su régimen. Les importa un bledo cumplir la ley, como tampoco les importa todo lo que esté relacionado con la etapa más oscura de nuestra historia de los últimos siglos. En bastantes ocasiones incluso se dedican a trivializarla cuando no a ensalzarla. Mientras tanto, la imagen del príncipe del fascismo español, a quien le gustaba que le llamaran Caudillo, sigue donde fue situada tiempo ha para contemplación de la gente.

jueves, 13 de abril de 2017

Por la República, mal que le pese a la derechona

La derechona de este país ha sido tradicionalmente antidemócrata. Liberal o no, le ha tenido alergia a todo lo que oliera a sufragio universal, ampliación de derechos, incluidos los sociales, separación de poderes, laicidad del estado, sensibilidad social, descentralización territorial, si no federalismo, y electividad de la jefatura del estado, que no es otra cosa que república. Ha sido ferozmente antirrepublicana, por lo que todo lo que sea mencionar a la institución y sus símbolos ha conllevado denigrarla. 

El régimen franquista, salido de una cruenta guerra de casi tres años que iniciaron los militares sublevados, aunó a todas las fuerzas políticas, sociales e institucionales que representaban la España negra. La España de la oligarquía, del caciquismo, de la monarquía, de los privilegios de la Iglesia Católica, del oscurantismo cultural, del militarismo... En ese régimen entraron el fascismo, el carlismo, el catolicismo integrista y casposo... Y también la concentración del poder, la anulación de los derechos individuales, la intromisión de la Iglesia en el ámbito privado, la persecución a sangre de la oposición... Dependiendo de cada momento alguna de las familias políticas que se conformaron durante esos años tendió a influir en mayor medida, siempre que la autoridad máxima lo consintiera. Ocurrió con el falangismo en los primeros años, luego sustituido por el catolicismo integrista, para finalmente, desde finales de los cincuenta, dar paso al catolicismo de la nueva tecnocracia ligada al Opus Dei.

La crisis del régimen, acelerada por la presión de sectores de la población cada vez más amplios y la necesidad de un recambio generacional, dio lugar a que en en su seno surgieran diversas tendencias, que resumidamente fueron dos: la inmovilista y la aperturista. Si la primera fue perdiendo peso con los años, la segunda acabó dividida en función del ritmo que debía imprimirse a la reforma. Fue lo que ejemplificaron los gobiernos sucesivos de Arias Navarro y Suárez, para posteriormente concretarse en dos partidos: Alianza Popular, de Fraga, y Unión de Centro Democrático, de Suárez.

Victoriosos los sectores reformistas, previa neutralización de amplios sectores de la oposición, UCD acabó por desintegrarse, previo acoso y derribo de Suárez, que ya resultaba demasiado incómodo para la derechona y los poderes económicos. Hubieron de pasar unos años para que AP, que tuvo que transmutarse en Partido Popular, acabara uniendo y cohesionando al conjunto de sectores sociales y políticos de la derechona. Lo logró Aznar, que, previa labor de preparación del PSOE liderado por González, puso al país en la cumbre del neoliberalismo, el atlantismo, el nacionalismo españolista y el neocentralismo, propiciando una mayor concentración de la riqueza, la pérdida de derechos sociales y la corrupción que ha estado campando impunemente a diestro y siniestro. 

Cuando los valores republicanos han vuelto a salir a la superficie, luego de la derrota política durante la transición, de años de dispersión y de búsqueda de una identidad colectiva, la derechona no ha parado de combatirlos. Valores republicanos que se han expresado de una forma poliédrica en la defensa de los derechos civiles y sociales perdidos o amenazados, la ampliación de la participación ciudadana en todos los ámbitos de lo público, el reconocimiento explícito de un estado plurinacional, la profundización en los derechos de los distintos territorios, la defensa de la laicidad, la apuesta por el pacifismo, el respeto del medio ambiente, la equidad de los géneros, el reconocimiento de la diversidad y la orientación sexual... Y también, claro está, en la recuperación de la memoria histórica y con ella el reconocimiento de las víctimas del franquismo durante la guerra y la dictadura. 

La reivindicación de la Segunda República y sus símbolos supone resaltar un momento de nuestro pasado, inmediatamente anterior al régimen franquista, que en su mayor parte reconoció los valores antes aludidos. Por eso desde la derechona, heredera ideológica y social del régimen franquista, los denigra y los combate con fiereza. Se sigue distorsionando lo ocurrido entre 1931 y 1936, porque fueron los años en que por primera vez de una forma decidida se miró de tú a quienes representaban la España negra del caciquismo, la espada y la cruz. Primero se les hizo frente en las instituciones representativas y con la ley en la mano. Luego, tras el golpe militar, con las armas en la mano. Con contradicciones, claro está, y hasta con episodios que no deben siquiera esconderse, partiendo de que desde décadas atrás se habían ido conformando distintas tradiciones que fueron haciendo frente al poder oligárquico y antidemócrata. La Constitución recogió principios de gran trascendencia para la mayoría social. Había que priorizar el interés general sobre el particular, como se reflejó en la reforma agraria; delimitar el campo de actuación de las confesiones religiosas, eliminando los privilegios de la Iglesia; recomponer el mapa territorial, reconociendo la autonomía de sus nacionalidades; subordinar el poder militar al civil; reconocer los derechos civiles y sociales relativos a la sindicación, los salarios, el voto de las mujeres, la patria potestad, el divorcio, etc.; ampliar la educación y la cultura al conjunto de la población... 

Durante estos días, próximos al aniversario de la proclamación de la Segunda República, se suceden artículos y comentarios en los medios de comunicación que están en manos de la derechona poniendo en duda su naturaleza democrática y poniendo en entredicho a quienes defienden los valores que representó y su vigencia en nuestros días. No les importa mentir, negar evidencias, deformar o manipular, porque todo vale para los fines que pretenden: evitar que se les identifique con los valores, los momentos y las figuras de otro tiempo que se corresponden con la España negra. Formalmente demócratas hoy, buscan desmantelar o restringir todo aquello que se ha ido conquistando en el tiempo.

La república es algo más que unas instituciones y una bandera, que también, y supone ante todo la defensa de la cosa pública, la gestión de los asuntos de la sociedad por las personas que la componemos. Algo que sigue secuestrado por una minoría, para aprovecharse a su antojo y a costa de la mayoría. La república es democracia, donde cabe todo el mundo en igualdad y sin distinciones. 

Por eso, a un día de su aniversario, no está de más que sea Antonio Machado quien nos lleve con bellas palabras aquel 14 de abril de 1931:

Recordemos, acerquemos otra vez aquellas horas a nuestro corazón. Con las primeras hojas de los chopos y las últimas flores de los almendros, la primavera traía a nuestra República de la mano. La naturaleza y la historia parecían fundirse en una clara leyenda anticipada (fragmento de Juan de Mairena, 1937-1939).