domingo, 19 de mayo de 2024

En busca de rojos: el edicto de finales de 1936 dirigido a 29 vecinos de Barbate


Hace unos días localicé en un Boletín Oficial del Estado de principios de 1937 (n. 113, 10 de febrero) una Cédula de notificación en la que aparecían los nombres de 29 vecinos de Barbate. Estaba fechada el 25 de diciembre del año anterior y llevaba la firma de Joaquín Barrios, que actuaba como juez instructor. Y, entre otras cosas, se exponía lo siguiente:

"comparecerán en el término de cinco días ante el Teniente de Navío Juez Instructor de la causa sumarísima núm. 240, D. Joaquín Barrios Benedicto, y en el local que ocupa la Ayudantía Militar de Marina de esta Aldea, significándoles que de no hacerlo serán declarados en rebeldía con arreglo a la ley".

Los nombres de esos barbateños, de los que se desconocía en esos momentos dónde se encontraban, eran los siguientes:

"Manuel Collado Sánchez, Juan Jiménez Puente, Bartolomé Sánchez Sánchez, Juan Sánchez Sánchez, Miguel Alonso Izóla, Gonzalo Trujillo Moreno, Francisco Javier Muñoz Ligero, Diego Moreno Sánchez, Manuel Rodríguez Morán, Antonio López Rivero, Rafael Gallardo Dávila, Francisco Jiménez F[P]uente, Juan Alférez Rodríguez, Gonzalo Miranda Marín, Sebastián Trujillo Marín, Antonio López García, Diego Ureba Ramos, José Oliva Vilches, Manuel Camacho Jiménez, Diego Varo Muñoz, Sebastián Sánchez Moreno, Manuel Morant Amaya, Alfonso Pozo Marín, Diego Guerrero Pérez, Francisco Gutiérrez Ramírez, Miguel Vélez Junquera, Antonio Oliva Sánchez, José Rendon López y Manuel Reyes Crespo".

De 20 de ellos conocemos distintos pormenores sobre las vicisitudes que sufrieron durante esos años, bien cuando huyeron hacia el territorio controlado por el gobierno republicano o bien cuando, ya como prisioneros de guerra o puestos en libertad, hubieron de sufrir los rigores de la represión. Lo primero está en consonancia con la alusión "cuyas señas personales se ignoran", lo que, confrontado con lo que sabemos de la mayoría de ellos, nos lleva a reafirmarnos que estamos ante personas que habían huido de Barbate o de los lugares donde en ese momento se encontraban trabajando. 

Dado la vinculación con la mar de la localidad, sabemos que, comenzada la guerra, hubo bastantes marineros, en su mayoría procedentes de la flota que faenaba en las aguas del norte del continente africano, que acabaron dirigiéndose hacia provincias como Málaga o Almería. No faltaron quienes huyeron desde la aguas de la bahía de Algeciras, aprovechando la cercanía de Gibraltar, o que lo hicieron por tierra, desde la sierra del Retín y cruzando las sierras del este gaditano, con destino a Málaga (Montero, pp. 124-125).

Por la información de la que disponemos, tenemos constancia de que 7 de ellos huyeron desde Tánger hacia la zona republicana: Juan Alférez Rodríguez, Manuel Callado Sánchez, Rafael Gallardo Dávila, Juan Jiménez Puente, José Oliva Vilches, Miguel Vélez Junquera y Diego Varo Muñoz. De los otros casos sobre los que disponemos algún tipo de dato, desconocemos la forma como pasaron. Algunos estuvieron en los frentes más occidentales, como Manuel Camacho Jiménez, que estuvo en la provincia de Málaga, o Gonzalo Miranda Marín, detenido en 1938 en el frente de Extremadura. Diego Guerrero Pérez, que había salido de Barbate con destino a Barcelona antes del golpe militar, se incorporó al ejercito republicano en Cataluña. 

Estamos, por tanto, ante un documento del que no debe desdeñarse su importancia, porque pone de manifiesto el control que se estaba ejerciendo por parte de las autoridades del bando sublevado, tanto sobre la población en general como sobre aquellas personas que, de alguna forma u otra, resultaban sospechosas y/o habían sido acusadas de no acatar el orden que se estaba estableciendo a raíz del golpe militar de julio de ese año.

A continuación se expone de una forma sintética la información que he ido recopilando sobre las trayectorias vitales de esos 20 barbateños. En buena parte ya está recogida en mi libro Fascismo y represión en Barbate durante la guerra y la postguerra, pero a ello tengo que añadir otra información que sigo obteniendo en mi afán por conocer mejor lo ocurrido. Una tarea que no deja de ofrecernos sorpresas y que es una especie de fuente inagotable.

Juan Alférez Rodríguez. Hijo de Concepción Rodríguez Collado; en otoño de 1936 se le calicó en un informe municipal de otoño de 1936 como “el más peligroso extremista de esta Aldea (…); le cogió el movimiento en Tánger y a los pocos días se marchó a Málaga con los rojos donde se encuentra (Montero, p. 230). En un en un edicto fechado el 7-09-1945 es mencionado junto a otras dos personas, con domicilios desconocidos; dos meses antes, el 28-07-1945, se les había condenado  por la Junta Administrativa de la Aduana de Algeciras como autores de falta de contrabando; se les conminaba al pago de las correspondientes sanciones económicas y se les advertía de un castigo de cárcel en caso de no hacerlo; en el mismo documento consta como hijo de Juan y de Concepción, natural de Vejer de la Frontera, de 33 años, casado y con el apodo de “el Perilla”; así mimo, se dice que era marinero de profesión y que tuvo su domicilio en Algeciras (BOE, 12-09-1945).

Manuel Camacho Jiménez. Nacido en Barbate, probablemente en 1916, era marinero y estaba afiliado a la UGT; hasta principios de 1937 formó parte como miliciano del Batallón “Pablo Iglesias”, ubicado en la sierra de Abdalajís, en la parte noroccidental de la provincia de Málaga y en las cercanías de Antequera; fue procesado por un tribunal militar, acusado del delito de auxilio a la rebelión; la causa fue iniciada el 10-09-1937 y no se cerró hasta el 23-11-1962 (Montero, p. 238).

Manuel Co[a]llado SánchezEs autor de unas memorias, en las que se detallan importantes aspectos de lo vivido durante la guerra y los años posteriores; así, nos cuenta que nació en Zahara de los Atunes en 1915; que huyó desde Tánger dos veces a Málaga, la segunda de las cuales y definitiva tuvo lugar en otoño de 1936; estuvo trabajando primero de marinero y luego en la construcción de trincheras; tras su movilización, combatió en varios frentes de guerra (Málaga, Belchite/Zaragoza, Segre/Lérida…); herido en otoño de 1938 en el río Segre (Lérida), pasó  por varios hospitales y en enero de 1939 fue evacuado, todavía herido, a Francia; estuvo en los campos de concentración franceses de de Argelès-sur Mer y de Gurs; en mayo de 1940 se encontraba en la región de Nantes y en junio, cuando se inició la ocupación alemana de Francia por el ejército alemán, pasó a trabajar para las tropas británicas; detenido por el ejército alemán, el 6 de junio fue devuelto a España; pasó por batallones disciplinarios de Miranda de Ebro (Burgos) y Madrid antes de recalar en el sur de la provincia de Cádiz, donde trabajó en los términos municipales de  Algeciras, Los Barrios y Tarifa, construyendo caminos y extrayendo piedra de canteras; sufrió una herida en un pie, lo que supuso tener que pasar por n tribunal médico; en 1941 fue trasladado a Cerro Muriano (Córdoba), donde fue licenciado en 1942; fue calificado como “comunista soltero” en un informe municipal de otoño de 1936, en el que se añadió que se había ido voluntario desde Tánger “con los rojos a Málaga”; acabó instalándose en Barbate, donde siguió trabajando como marinero hasta su jubilación en los años ochenta; en diciembre de 1979, como residente en Zahara de los Atunes, presentó en el Ayuntamiento de Barbate un escrito para que se incluyera en el expediente de solicitud de una pensión por daños físicos durante la guerra, haciendo constar que había pertenecido a la Brigada 95 de la Infantería de Marina, con sede en Cartagena, y que fue herido de metralla en la pierna derecha en el frente de Lérida, en el río Segre; sabemos también a través de la causa militar en la que estuvo incluido que, formando parte de la 3ª Compañía del Batallón Disciplinario de Soldados Trabajadores número 2 de Algeciras, sufrió una lesión en la pierna derecha como consecuencia de una esquirla desprendida mientras machacaba piedra; eso conllevó que fuera trasladado a Cerro Muriano (Córdoba), no sin antes haberse abierto una investigación interna que determinó que se trató de “un accidente casual y fortuito” (Montero, pp. 237-238; y Callado). Encausado por el Tribunal de Responsabilidades Políticas, donde consta que tiene la vecindad en Cádiz (Gómez, Martínez y Barragán).

Rafael Gallardo Dávila. Nació en 1911 y era hijo de Francisco Gallardo Pallarés; fue calificado como “extremista que también se encuentra voluntario en Málaga con los rojos”; marinero y afiliado a la CNT; iniciada la guerra, faenando en el barco “Joven Beatriz”, con el reto de la tripulación desde Tánger a la “zona roja”; estuvo trabajando en la mar en la localidad de Benajarafe, en el municipio de Vélez-Málaga; regresó a Barbate a los pocos días de acabarse la guerra; a raíz de un incidente acaecido en julio de 1939, cuando un grupo de soldados efectuaba ejercicios de instrucción en la plaza de toros, fue denunciado, junto a otros dos barbateños, por un vecino por haber vertido comentarios injuriosos sobre el ejército, entre os que estaban “poco tiempo les quedará”; detenidos,  fueron conducidos a la prisión de Algeciras a principios de agosto; en el procedimiento judicial se les imputó el delito de adhesión a la rebelión; en los informes oficiales preceptivos, incluido uno de FET y de las JONS de la citada localidad malagueña, se destacó de él que no había tenido relevancia en el sindicato y había mostrado buena conducta; el tribunal militar, con fecha 7-10-1939, propuso para los tres acusados el sobreseimiento provisional de la causa, siendo ratificado por el auditor de Sevilla el 31-10-1939; días antes, el 20 de octubre, fueron puestos en libertad condicional; en junio de 1946 pasaron a la responsabilidad de la Junta Central de Libertad Vigilada, aunque hasta 1960 no quedó archivada su causa (Montero, p. 246).

Diego Guerrero Pérez. Nació en Vejer de la Frontera en 1907; albañil de profesión, en diciembre de 1926 fue alistado para hacer el servicio militar, que empezó a cumplir en Cádiz, en el reemplazo de 1927; en fecha indeterminada se trasladó a Barcelona, donde se encontraba cuando se inició la guerra; fue movilizado por el ejército republicano y participó en la batalla de Teruel; sufrió la pérdida de la falange de un dedo de una de las manos; condenado a 12 años de privación de libertad, pasó por la prisión militar de Cuatro Torres, en San Fernando; al cabo de dos o tres años salió en libertad condicional, regresando a Barbate, donde trabajó como marinero; vivió en la barriada del Zapal hasta que, a mediados de los años 70, cuando se derribaron las chabolas, fue trasladado a la barriada de Carrero Blanco, que fue donde murió en 2003; acogiéndose a diferentes disposiciones legales, en 1993, 1998 y 2001 solicitó una indemnización por “haber sufrido privación de libertad en establecimientos penitenciarios durante tres o más años”; en todos los casos fueron rechazadas al haberse perdido la documentación contenida en el Archivo General de la Capitanía de la Zona Marítima del Estrecho como consecuencia de un incendio acaecido en 1976 (Montero, p. 250-251).

Francisco Jiménez Puente. Originario de Conil de la Frontera, era hermano de Juan; marinero de profesión y afiliado a la CNT; al comienzo de la guerra huyó hacia Málaga y estuvo, entre otros lugares, en la zona de Valencia; al finalizar la guerra regresó a su localidad de residencia, estando detenido durante un tiempo; ya en libertad, hubo de presentarse periódicamente en el cuartel de la Guardia Civil; al final, acabó trasladando su residencia a Barbate, donde se casó y formó una familia, continuando con su trabajo de marinero; su hermana Francisca estaba casada con Juan Redondo Varo, que en 1936 había sido concejal del Ayuntamiento de Vejer de la Frontera en representación del PSOE y acabó siendo una de las víctimas mortales de la represión (Montero, pp. 252-253).

Juan Jiménez Puente. Nació en 1907 en Conil de la Frontera; hermano de Francisco, también era marinero; se afilió a la CNT en febrero de 1936; estando embarcado en el pesquero “Joven Beatriz”, de la flota de Barbate, huyó al inicio de la guerra con el resto de la tripulación desde Tánger hacia Almería; estuvo trabajando en su oficio hasta septiembre de 1937, cuando se enroló voluntariamente en el ejército de la República; adujo como justificación que “por carecer de recursos”; estuvo encuadrado en el 2º Batallón de la 6ª Brigada; luchó en el frente de Teruel y a principios de marzo de 1938 se presentó en Fuendetodos (Zaragoza) “a las Tropas Nacionales” con “fusil y bombas de mano”; estuvo recluido en la cárcel de Logroño, donde se inició el procedimiento clasificatorio; en el acta de la Comisión de Prisioneros, del mes de abril, se hizo constar que había sido un “propagandista de cuidado”, por lo que decidió que continuara detenido para abrirle las diligencias judiciales oportunas; a principios de agosto ya se encontraba en la prisión de Chiclana de la Frontera, incluido en un procedimiento sumarísimo de urgencia abierto por el Consejo de Guerra permanente de Algeciras, bajo la acusación de rebelión, si bien el auditor de guerra de la Segunda Región Militar de Sevilla decidió el sobreseimiento provisional de la causa el 10-12-1939; años después, en julio de 1945, pasó a depender de la Junta Central de Libertad Vigilada; en  agosto se propuso el archivo de definitivo de su causa, que se aprobó en mayo de 1946; s; acabada la guerra, sin que sepamos cuándo, se trasladó a vivir a Barbate, donde siguió trabajando de marinero (Montero, p. 253).

Antonio López García. Con el mismo nombre existe con vecindad en Cádiz que fue encausada por el Tribunal de Responsabilidades Políticas; desconocemos si estamos ante la misma persona (Gómez, Martínez y Barragán).

Antonio López Rivero. Con el mismo nombre existe un soldado que estuvo recluido en un batallón disciplinario de trabajadores, pero ignoramos si trata de la misma persona (AGMG).

Gonzalo Miranda Marín. Era natural de Conil de la Frontera, donde nació en 1912, y era hijo de Antonio y Francisca; en el momento del golpe militar de julio de 1936 tenía su residencia en Barbate, donde trabajaba como marinero y estaba soltero; hasta el 8-11-1938  estuvo recluido en el campo de concentración de Mérida (Badajoz), pasando a la prisión del mismo municipio; juzgado en Consejo de Guerra el 16-12-1938 en Mérida, acusado del delito de rebelión militar, fue condenado a 30 años de reclusión perpetua; el 18-01-1939 fue trasladado a la cárcel provincial de Badajoz y el 22-03-1939 se confirmó la sentencia; ingresó en el Fuerte de San Cristóbal de Pamplona el 24 de mayo de 1939, donde permaneció hasta el 25 de febrero de 1940: de ahí fue trasladado al Penal de la Casería de Ossio, en San Fernando (Herrero). Su hermano Manuel, vecino de Conil, también estuvo entre las personas represaliadas (González, p. 154). En marzo de 1942 se hizo publica la apertura de un expediente de responsabilidades políticas por el Juzgado Provincial de Cádiz (BOE, 21-03-1942). En fecha desconocida regresó a Barbate, donde continuó trabajando como marinero; también sabemos que se casó, pero el matrimonio, pero no tuvo hijos; falleció en la misma localidad en los años setenta (González Ramírez).

Diego Moreno Sánchez. Ese nombre aparece en una Circular del Ministerio de Defensa Nacional republicano, con fecha 3-10-1938, donde se nombra a 199 cabos de “la 20 Brigada, Mixta, Batallón Disciplinario de combate n. 1 y Batallón de Ametralladoras n. 20 para cubrir vacantes en el empleo de sargento de Infantería” (DOMDN).

Francisco Javier Muñoz Ligero. Aparece encausado por el Tribunal Especial para la Represión de la Masonería y el Comunismo en 1940 (BC/CDMH).

Antonio Oliva Sánchez. Sabemos que se encontraba en situación de libertad condicional al menos hasta 1944; eso conllevaba la obligación de tener que presentarse mensualmente en el puesto de la  Guardia Civil de Barbate (Montero, p. 267).

José Oliva Vilches. En un informe municipal de otoño de 1936 fue considerado como “comunista peligroso”, y “uno de tantos de los que le cogió el movimiento en Tánger y por desafecto al movimiento aún titubea para venirse a Barbate”;  como castigo, fue  “eliminado” del padrón de hazas de Vejer de la Frontera en diciembre de 1936, después de haber sido incluido entre los “reconocidos marxistas”; fue condenado a 8 años de cárcel y estuvo en libertad condicional al menos entre 1944 y 1948 (Montero, p. 267).

Alfonso Pozo Marín. Fue condenado a 6 años de cárcel; estuvo en libertad condicional hasta abril de 1947, cuando fue indultado; a finales del mismo año obtuvo la libertad definitiva;  al menos entre el 22-05-1944 y el 2-11-1947 tenía la obligación de presentarse mensualmente en el puesto de la Guardia Civil Barbate (Montero, p. 271). Estuvo recluido en la Prisión Provincial de Almería “El Acebuche” en 1938 (AHPA).

Manuel Reyes Crespo. Originario de Vejer de la Frontera, era vecino de Barbate; trabajaba de marinero y estaba afiliado a la CNT; formó parte de la 31ª Brigada Mixta, Batallón 121º y Compañía 14ª del 15ª cuerpo del ejército republicano, según hizo constar en 1977 cuando solicitó una pensión  por haber sufrido secuelas físicas durante la guerra; como resultado, le fue concedida la pensión; se ha dicho  que llegó a estar en la cárcel tras la guerra, pero no hemos encontrado la documentación que lo confirme; estuvo entre los antiguos cenetistas que durante los años de la Transición asesoraron a la gente joven para reorganizar la CNT en el municipio; el hecho de que padecía una otitis “supurada” [sic], contraída durante la guerra, dio motivo para que fuera conocido con el sobrenombre de "Sordo Reyes" (Montero, p. 272).

Sebastián Sánchez Moreno. Fue condenado a 6 años de cárcel y estuvo en libertad condicional hasta noviembre de 1946, momento en que recibió el indulto; un año después, en el mismo mes, obtuvo la libertad definitiva; al menos entre el mayo de 1944 y diciembre de 1947 tuvo que presentarse mensualmente en el puesto de la Guardia Civil Barbate (Montero, p. 276).

Diego Ureba Ramos. Nació en Barbate en 1918, y era hijo de Antonio y Sebastiana; era marinero de profesión (AMB). Con el mismo nombre y el primer apellido, así como con el sobrenombre de “el Sambo”, lo menciona Manuel Callado Sánchez en sus memorias; durante los primeros meses de 1939 coincidieron en el Campo de concentración de Argelès-sur-Mer, en el sur de Francia, después de haberse vito obligados a pasar la frontera tras la ocupación de Cataluña por las tropas sublevadas en enero (Montero, p. 280).

Diego Varo Muñoz. Calificado en un informe municipal de otoño de 1936 como un “extremista, peligroso, de entera confianza del Alcalde Tato, [que] le cogió en Tánger el movimiento y se fugó a Málaga con los rojos donde se encuentra; así mismo, se le menciona con el sobrenombre despectivo de "la Portera"; en 1941 estuvo sometido a un proceso por el Tribunal de Instrucción de Responsabilidades Políticas; aunque se desconoce la condena que se le impuso, en julio de 1946 se encontraba en libertad condicional, si bien tenía la residencia en Tánger; en octubre de 1946 obtuvo la libertad definitiva (Montero, p. 282). En documentos de esos años también se hizo constar como municipios de residencia, además de Barbate y Tánger, los de San Roque y Vejer de la Frontera (Domínguez; Gómez, Martínez y Barragán; y BOE, 7-09-1941).

Miguel Vélez Junquera. En un informe municipal de otoño de 1936 fue  considerado como “Comunista que le sorprendió el movimiento en Tánger y hoy se encuentra en Málaga con los rojos, voluntario”; en enero de 1942 se abrió  contra él un expediente por parte del Tribunal de Instrucción de Responsabilidades Políticas (Montero, p. 283).


Procedencia de la información (por orden de aparición)

BOP. Boletín Oficial del Estado. Administración de Justicia. Edictos y requisitorias. Cédula de notificación. Burgos, n. 113, 10-02-1937, p. ilegible ¿376? (https://www.boe.es/gazeta/dias/1937/02/10/pdfs/BOE-1937-113.pdf).
Montero Barrado, Jesús María (2023). Fascismo y represión en Barbate durante la guerra y la postguerra. Cádiz, Mancomunidad de La Janda / Diputación de Cádiz.
BOE. Boletín Oficial del Estado. Junta Administrativa de Contrabando y Defraudación del Campo de Gibraltar. Aduana de Algeciras. Edicto. N. 255, Anexo Único, 12-09-1945, pp. 597-598 (https://www.boe.es/gazeta/dias/1945/09/12/pdfs/BOE-U-1945-255.pdf).
Callado Sánchez, Manuel [1981]. Memorias de un soldado de infantería marina. Odisea vivida por Manuel Callado Sánchez des 1936 a 1942. Ejemplar mecanografiado, sin publicar.  
Gómez Oliver, Miguel, Martínez López, Fernando y Barragán Moriana, Antonio (Coords.) (2015). El "botín de guerra" en Andalucía. Cultura represiva y víctimas de la Ley de Responsabilidades Políticas, 1936-1945, y CD-rom. Madrid, Biblioteca Nueva.
AGMA. Archivo General Militar de Guadalajara. Batallones disciplinarios de soldados trabajadores. Expedientes personales de soldados trabajadores y soldados de escolta
(https://patrimoniocultural.defensa.gob.es/sites/default/files/2023-04/08_3_1_1_expedientes_personales_de_soldados_trabajadores_a-f.pdf).
Herrero, HedyLos presos del Penal de Ezcaba. Fuerte de San Cristóbal, Pamplona, Navarra (https://ergastulapenalfuertesancristobal.blogspot.com/2019/05/miranda-marin-gonzalo.html).
González, Magdalena (2014). De lo vivo lejano. Conil de la Frontera. 1931-1945. Sevilla, Aconcagua.
BOP. Boletín Oficial del EstadoAnuncio de incoación de expedientes de responsabilidades políticas. N. 80, Anexo Único, 21-03-1942, p. 1.489 (https://www.boe.es/gazeta/dias/1937/02/10/pdfs/BOE-1937-113.pdf). 
González Ramírez, Isabel. Información sobre Gonzalo Miranda Marín; facilitada el 14-11-2023. 
DOMDN. Diario Oficial del Ministerio de Defensa Nacional. Barcelona, n. 256, 3-10-1938, p. 36 (https://bibliotecavirtual.defensa.gob.es/BVMDefensa/i18n/catalogo_imagenes/imagen.do?path=53987#page=4).
BC/CDMH. Buscar Combatientes / Centro Documental de la Memoria HistóricaTribunal Especial para la Represión de la Masonería y el Comunismo  (https://buscar.combatientes.es/resultados/Francisco/Mu%C3%B1oz/Ligero).
AHPA. Archivo Histórico Provincial de AlmeríaPrisión Provincial de Almería.
AMB. Archivo Municipal de Barbate. Padrón Municipal Renovado, 31-12-1975.
Domínguez Pérez, Alicia (2004). El verano que trajo un largo invierno. La represión político-social durante el primer franquismo en Cádiz (1936-1945), v 2 y CD-rom. Cádiz, Quorum.
BOP. Boletín Oficial del Estado. Anuncios de incoación de expedientes de responsabilidades políticas. Administración de Justicia. N. 250, Anexo Único, 7-9-1941, p. 3.374 (file:///C:/Users/monte/Downloads/BOE-U-1941-250%20(1).pdf).

miércoles, 8 de mayo de 2024

Tomás Bretón y "El burro de Villarino": lo popular en lo sinfónico


Hablando este mediodía con mi hermano Juan Miguel sobre la entrada que he dedicado a la canción "El burro de Villarino", me ha recordado que Tomás Bretón (conocido músico salmantino de finales del siglo XIX y principios del XX, autor de la famosa zarzuela La verbena de la Paloma),  introdujo esa canción en una de sus obras. Y raudo me he puesto a indagarlo, con un resultado positivo. En efecto, en su poema sinfónico Salamanca, de 1916, puede oírse durante aproximadamente un minuto (concretamente, a partir del 6'15'') la melodía de nuestro querido burro. La pieza musical está estructurada en tres partes, que se corresponden con temas del cancionero salmantino recopilado por Dámaso Ledesma, estando el tercero dedicado a una riverana. La melodía se percibe primero a través del sonido de un oboe; luego, de una flauta dulce; y como colofón, del conjunto de la orquesta, para finalmente irse diluyendo en la vorágine de la composición. Quede, pues, la muestra de cómo una canción popular mereció ser recordada por un insigne compositor. 

En el Día del Burro, nada mejor que cantar "El burro de Villarino"


Nos ha recordado nuestro amigo José Manuel que hoy es el Día del Burro. A ello no es ajena su hija Belén, dedicada a su conservación en la comarca portuguesa del Miranda do Douro. Para un salmantino de nacimiento, como es mi caso, el mencionar a ese animal nos lleva a la canción "El burro de Villarino". De origen popular -y muy popular, por conocida y cantada-, tiene su origen en el pueblo que le da nombre: Villarino de los Aires. Situado en los Arribes del Duero, al noroeste de la provincia, y lindante con la comarca portuguesa antes aludida, está en uno de los tramos de lo que se conoce como la raya, esto es, la frontera entre los dos países.

Para conocer mejor esta realidad no está de más leer una entrevista de hace tres años a Luis Falcón, publicada en el Diario de Valladolid. Escritor y periodista, nació en el pueblo y reivindica el carácter singular que tienen las tierras que comparten, cada una en su orilla correspondiente, el segundo río más caudaloso y largo de la Península Ibérica"la raya húmeda que es el Duero y el Douro. Sobre este espacio geográfico compartido están el planteamiento político, el geográfico y el sociocultural. Son más las semejanzas que las diferencias". Y sobre la canción nos dice que "posiblemente en toda Castilla y León no exista una canción tradicional con más trascendencia mundial que el burro de Villarino". 

Y, en efecto, su melodía, con parte de la letra y/o alguna que otra adaptación, se cantaba durante los años 60 y 70 para denunciar la dictadura franquista. E incluso, más allá del Atlántico, lo hicieron el argentino Atahualpa Yupanqui o los chilenos Rolando AlarcónVíctor Jara, en compañía de Quilapayún, y este mismo grupo por sí solo.

Hay muchas versiones populares de la canción en cuanto a la letra, no así en su música. E incluso no faltan variantes en el uso de algunas palabras, como murió/muriú, burro/burru, vinagre/vinagre, llevó/llevú, Dios/Dius, hocico/hocicu, mohíno/mohinu..., que no es otra cosa que el eco que va quedando en algunos lugares, sobre todo del medio rural, de la antigua lengua leonesa. En las fiestas de los pueblos y de la propia capital se canta acompañada de la gaita y el tamboril. Dos instrumentos que forman parte del acervo cultural de la mayor parte de la provincia salmantina, especialmente en sus partes central, occidental y meridional. La versión que dejo para que se escuche es de Gabriel Calvo. Vamos allá.

Ya se murió el burro
que acarreaba la vinagre,
ya lo llevó Dios
de esta vida miserable.

Que tururururú,
que tururururú,
que tururururú,
que tururururú.

Él era valiente,
él era mohíno,
él era el alivio
de todo Villarino.

Que tururururú...

¿No te acuerdas, burro, 
camino de Pereña? 
Tú tirabas coces 
y yo te daba leña.

Que tururururú...

Estiró la pata,
arrugó el hocico
y con el rabo tieso decía:
“¡Adiós, Perico!”.

Que tururururú...

Todas las vecinas
fueron al entierro
y la tía María
tocaba el cencerro.

Que tururururú...

A los ocho días,
después de haber muerto,
resucitó el burro
para el testamento.

Que tururururú...

A Juan dio la cincha;
a Pedro, la albarda;
y a Andrés, las orejas
para unas sandalias.

Que tururururú...

Al amo, los dientes;
el rabo, al criado;
y al ama, el pellejo
para hacerse un sayo.

Que tururururú,
que tururururú,
que tururururú,
que bien lo sabes tú.

(Imagen: Lecturas infantiles de España y América; Salamanca, Anaya, 1965).-

martes, 7 de mayo de 2024

"Abre los ojos", de El rey de las ratas


Tranquilo, Marcos, que también hay para ti. Cuando me llegó el mensaje de tu madre con el audiovisual de tu canción "Abre los ojos", tenía medio preparado lo de Beethoven -que no es poco-, pero eso no ha impedido que te haya hecho un hueco. ¡Cómo no, artista! Aquí dejo para escuchar y ver tu grito de rebeldía.

(Realización y producción: Diego Alonso y Marcos Valverde; cámaras: Juan Narciso Alcaraz Cansado y Antonio Manuel Morales Morales; grabación, mezcla y mastering de audio: MalverdeStudios; 2919). 

Segundo centenario de la 9ª Sinfonía de Beethoven


Tal día como hoy de hace 200 años se estrenó en Viena la 9ª Sinfonía en re menor, opus 125 (Coral) de Ludwig van Beethoven, conocida también, indistintamente, como Sinfonía Coral o Sinfonía de la Alegría. En ambos casos, porque en su cuarto movimiento el autor introdujo un texto del poeta  Friedrich Schiller para ser cantado en coro. La célebre "An die Freude" ["Oda de la Alegría"], que muestro para su lectura. Y en este segundo centenario, nada mejor que escuchar en su totalidad la obra del genial músico alemán y en ella, al final, su cuarto movimiento
(interpretada por la West-Eastern Divan Orchestra, con dirección de Daniel Barenboim, desde el Royal Albert Hall de Londres, 2012).

Oda a la Alegría

¡Oh amigos, cesad esos ásperos cantos!
Entonemos otros más agradables y
llenos de alegría.
¡Alegría, alegría!

¡Alegría, hermosa chispa de los dioses
hija del Elíseo!
¡Ebrios de ardor penetramos,
diosa celeste, en tu santuario!
Tu hechizo vuelve a unir
lo que el mundo había separado,
todos los hombres se vuelven hermanos
allí donde se posa tu ala suave.

Quien haya alcanzado la fortuna
de poseer la amistad de un amigo, quien
haya conquistado a una mujer deleitable
una su júbilo al nuestro.
Sí, quien pueda llamar suya aunque
sólo sea a un alma sobre la faz de la Tierra.
Y quien no pueda hacerlo,
que se aleje llorando de esta hermandad.

Todos los seres beben la alegría
en el seno de la naturaleza,
todos, los buenos y los malos,
siguen su camino de rosas.
Nos dio ósculos y pámpanos
y un fiel amigo hasta la muerte.
Al gusano se le concedió placer
y al querubín estar ante Dios.

Gozosos, como los astros que recorren
los grandiosos espacios celestes,
transitad, hermanos,
por vuestro camino, alegremente,
como el héroe hacia la victoria.

¡Abrazaos, criaturas innumerables!
¡Que ese beso alcance al mundo entero!
Hermanos!, sobre la bóveda estrellada
tiene que vivir un Padre amoroso.

¿No vislumbras, oh mundo, a tu Creador?
Búscalo sobre la bóveda estrellada.
Allí, sobre las estrellas, debe vivir.

¡Alegría, hermosa chispa de los dioses
hija del Elíseo!
¡Ebrios de ardor penetramos,
diosa celeste, en tu santuario!
Tu hechizo vuelve a unir
lo que el mundo había separado,
todos los hombres se vuelven hermanos
allí donde se posa tu ala suave.
 
¡Alegría, hermosa chispa de los dioses,
hija del Elíseo!
¡Alegría, bella chispa divina!

sábado, 4 de mayo de 2024

Respeto, reparación y memoria a las 12 víctimas mortales del fascismo en Barbate


Hace unos días se ha hecho público el informe redactado por tres miembros de la 
relatoría especial sobre la promoción de la verdad, la justicia y la reparación de la ONU acerca de la normativa aprobada por parte de tres comunidades autónomas gobernadas por PP y Vox. Dicho informe, todavía no vinculante, ha  sido la primera respuesta a la denuncia formulada desde el Gobierno central después que se hayan aprobado en Aragón, Castilla y León y la Comunidad Valenciana respectivas leyes sobre lo que se ha calificado como de "concordia". Leyes que inciden directamente, de una manera negativa, en la normativa  general española aprobada sobre la necesidad de seguir indagando y reconociendo a las víctimas ocasionadas por el bando sublevado entre 1936 y 1939, y durante la dictadura franquista. En un pasaje del texto se llega a decir que "podrían afectar a la obligación del Estado Español, incluyendo sus poderes y entidades nacionales y/o locales, en materia de derechos humanos, de garantizar la preservación de la memoria histórica de graves violaciones de derechos humanos”.

Teniendo en cuenta la gravedad de lo antes referido, me voy a centrar en el caso que mejor conozco: Barbate. En lo que desde 1938 se conformó como un nuevo municipio tenemos conocimiento documentado de 10 vecinos que fueron víctimas de la represión habida tras el golpe militar de julio de 1936. Personas que fueron asesinadas entre finales de julio de 1936 y el 24 de marzo de 1937.

De 5 sabemos dónde las mataron: Francisco Tato Anglada, Francisco Domínguez Benítez, Francisco López Ramírez, José Utrera Rivera y José Melero Ladrón de GuevaraDe los cinco restantes lo ignoramos. En tres casos disponemos de alguna pista, pero no certezas: Francisco Braza Basallote, Manuel Abel Romero y Francisco Utrera Rivera. En dos, ninguna: Antonio Oliva Ramírez y Juan Porta Crespo. Todos, menos Francisco Tato Anglada, están desaparecidos. Dos fueron fusilados tras un consejo de guerra: José  Melero Ladrón de Guevara y José Utrera Rivera. Los restantes fueron pasto de las patrullas de la muerte. Y a ellos tenemos que añadir otros dos barbateños que, una semana antes del golpe militar, fueron abatidos por las balas de un pistolero fascista: los hermanos Juan  y Manuel Caro Marín, de los que sabemos dónde tuvo lugar el atentado, dónde murieron y dónde los enterraron. Pero ya no están en sus tumbas. 

Éstas son las víctimas, y lo que sabemos, expuesto muy sintéticamente, sobre sus profesiones, y los lugares y las fechas de su muerte:

Manuel Caro Marín: albañil; Barbate; 11-07-1936.
Juan Caro Marín: albañil; Cádiz; 12-07-1936.
Francisco Braza Basallote: agricultor; ¿La Muela, Vejer de la Frontera?; finales de julio de 1936.
Francisco Tato Anglada: farmacéutico; Fuente del Viejo, Barbate; 21-08-1936.
Manuel Abel Romero: maestro; ¿Pino Gordo, Puerto Real?; ¿22-08-1936?
Antonio Oliva Ramírez: marinero; lugar desconocido; septiembre de 1936.
Juan Porta Crespo: mariscador; lugar desconocido; septiembre de 1936.
Francisco Domínguez Benítez: ¿?; Cádiz; 19/21-10-1936.
Francisco Utrera Rivera: almadrabero; ¿El Puerto de Santa María?; 17/18-02-1937.
Francisco López Ramírez: almadrabero; ¿El Puerto de Santa María?18-02-1937.
José Melero Ladrón de Guevara: marinero; Algeciras; 24-03-1937.
José Utrera Rivera: marinero; Algeciras; 24-03-1937.

Les debemos respeto, reparación y memoria.

miércoles, 1 de mayo de 2024

3 poemas para un 1 de mayo


Preguntas de un obrero ante un libro

Tebas, la de las Siete Puertas, ¿quién la construyó?
En los libros figuran los nombres de los reyes.
¿Arrastraron los reyes los grandes bloques de piedra?
Y Babilonia, destruida tantas veces,
¿quién la volvió a construir otras tantas? ¿En qué casas
de la dorada Lima vivían los obreros que la construyeron?
La noche en que fue terminada la Muralla china,
¿adónde fueron los albañiles? Roma la Grande
está llena de arcos de triunfo. ¿Quién los erigió?
¿Sobre quiénes triunfaron los Césares? Bizancio, tan cantada,
¿tenía sólo palacios para sus habitantes? Hasta en la fabulosa Atlántida,
la noche en que el mar se la tragaba, los habitantes clamaban
pidiendo ayuda a sus esclavos.
El joven Alejandro conquistó la India.
¿Él solo?
César venció a los galos.
¿No llevaba consigo ni siquiera un cocinero?
Felipe II lloró al hundirse
su flota. ¿No lloró nadie más?
Federico II venció la Guerra de los Siete Años.
¿Quién la venció, además?
Una victoria en cada página.
¿Quién cocinaba los banquetes de la victoria?
Un gran hombre cada diez años.
¿Quién pagaba sus gastos?

Una pregunta para cada historia.

(Bertolt Brecht)


Lucha de clases

No todos los que construyeron las catedrales vieron lo mismo.
Unos irguieron torres y pináculos a la luz del sol
y llegaron al cielo; otros, hundidos en las criptas,
pintaron infiernos a la luz de las velas, dejando en el suelo
el lugar para los más anónimos de los muertos. Los
que llegaron a la cima, recibieron la mirada divina y
vieron el júbilo de las madrugadas primaverales; los
que quedaron en el fondo, arrancando a la humedad de las paredes
el gesto alucinado de los demonios, intercambiaron
obscenidades y enfermedades. No obstante, la catedral
es única, y quien la visita, apreciando la totalidad que, dicen,
nació de una visión del absoluto, no piensa
en pormenores. ¿Qué importancia tienen para nosotros
los que trabajaron en la sombra, perdiendo la luz de los ojos con el
minucioso dibujo, arrancando a lo oscuro, si lo que hoy se ve
es ese contorno en que la piedra trabaja el cielo? Así,
se concluye, que es de la desigualdad que nace
la armonía, y es el desorden humano que hace brotar,
de la nada, todo lo que admiramos.

(Nuno Júdice)


El sueño

Los gérmenes poéticos del sueño resultaron ser, no como los pobres profesores, los mezquinos críticos realistas trataron de hacernos creer, un nuevo paraíso inalcanzable, un espejismo, sino los gérmenes nocivos y actuante, los útiles reactivos para corroer la infame realidad. El sueño no es un refugio sino un arma.

Los malos instintos de libertad danzan su ronda diabólica. ¡Fuera la conformidad, la resignación, la medianía!. En su esputo negro ahóguense los bellacos, los explotadores, los que aprovechan la miseria de los más, y la maldita clerigalla, y el abominable espíritu religioso, y los fantasmas cristianos, y los mitos del capital, y la familia burguesa, y la patria infamante.

La libertad del hombre, es decir, el sueño acuñado en la realidad, la poesía hablando por la boca de todos y realizándose, concreta y palpable, en los actos de todos.

(Emilio Adolfo Westphalen)

sábado, 27 de abril de 2024

Castilla, Castilla-León, Castilla y León.... ¡ay!


Nuestro suelo ha conocido gentes de todas clases, 
pero siempre vivieron las que acarreaban el ganado, 
abrían los surcos con sus manos, 
laboraban en las fábricas y los talleres,
o escribían letras con sus uñas.
Y porque son mayoría 
y sin ellas nada existiría, 
la historia del futuro es la suya 
y Castilla-León será una patria más 
de todas las patrias del mundo.
(Abril de 1980)

El pasado 23 de abril se celebró el Día de Castilla y León. Conmemora una derrota militar, que, a la postre, lo fue también política. Fue un día lánguido, como lleva siéndolo desde hace años. Bastantes, demasiados... Atrás quedaron esos años de la Transición, con movilizaciones, a veces multitudinarias, reivindicando la autonomía para un territorio que había quedado más bien subsumido desde siglos atrás en la entidad española. Fueron los años en que el Instituto Regional Castellano-Leonés pujó duro por darle personalidad, a la vez que algunos grupos políticos, sobre todo de la izquierda y, mayor medida, de la radical, fueron apoyando esa reivindicación. Los años de manifestaciones en las capitales castellanas y en el propio Villalar, de actos políticos y culturales, de manifiestos, de artículos en la prensa, de libros..

Y de canciones. Recuerdo las de grupos como La Fanega o Nuevo Mester de Juglaría, y el disco que este último editó en 1976 con el título Los Comuneros, basado en un poema de Luis López Álvarez, cuya "Canción de la esperanza" empezaba así:

1521,
y en abril para más señas,
en Villalar ajustician
a quienes justicia pidieran.
¡Malditos sean aquellos
que firmaron la sentencia!
¡Malditos todos aquellos
los que ajusticiar quisieran
al que luchó por el pueblo
y perdió tan justa guerra!
Desde entonces ya Castilla
no se ha vuelto a levantar
¡ay, ay!
no se ha vuelto a levantar. 

En el pueblo de Villalar, cercano a Valladolid, se enfrentaron en el año 1521 los seguidores del movimiento comunero y las tropas del recién erigido como emperador Carlos I. Heredero de las coronas de Castilla y Aragón desde 1516, mientras entre 1506 y 1520 lo fue siendo de otros estados europeos (Países Bajos, Nápoles, Austria, Imperio Germánico...), su llegada a la Península en 1517 no fue un camino de rosas. Sin entrar en detalles, el proyecto político que traía, confeccionado por su asesores flamencos y borgoñones, y trazado con anterioridad por su abuelos Fernando e Isabel, no encajaba con lo que eran las realidades aragonesas y castellana. La primera, con unas instituciones de carácter confederal, y la segunda, aún teniéndolas ya centralizadas, celosa por mantener su personalidad.

Recuerdo cuando desde el PTE/PTC-L, una vez aprobada la Constitución de 1978, pedíamos para Castilla-León la opción del artículo 151, como sí hizo Andalucía, lo que hubiera supuesto un camino más rápido y seguro hacia la autonomía. Pero no fue así, ante una derecha hegemónica (por entonces, con una UCD mayoritaria), un PSOE timorato y un PCE que no encontraba la forma de identificarse con la diversidad político-territorial más allá de Catalunya, Euskadi y Galiza. En 1983 fue cuando Castilla y León (sin el guion en medio) asumió el rango de comunidad autónoma, pero bajo el artículo 143, que supuso un proceso de descentralización más lento. Los primeros años, al igual que en el ámbito central, con un gobierno del PSOE. 

Y al margen de su gestión pronto pudo verse la vocación depredadora de la entonces AP cuando se lanzó a la yugular de Demetrio Madrid, el presidente de la Junta, hasta acabar con su cabeza. Fue cuando aparecieron los José María Aznar, presidente desde 1987, y su guardián Miguel Ángel Rodríguez. Demetrio Madrid finalmente fue exonerado judicialmente, pero su daño fue irreparable. Y, claro está, la maquinaria  "reconquistadora" de la derecha, con AP transfigurada en PP y Aznar en su nuevo mesías, fue creciendo sin cesar hasta nuestros días. 

He estado releyendo estos días algunos escritos de otro tiempo y entre ellos, el libro Iniciación a la historia de Castilla-León (Madrid, Nuestra Cultura, 1982), con autoría de Julio Valdeón Baruque, Ángel García Sanz y Jesús Sanz Fernández. Transcribo, de la página 37, un pasaje del capítulo elaborado por el primero:

"A partir de Villalar, Castilla se identifica cada vez más con el conjunto de los reinos hispánicos. El estado central feudalizado de los Austrias toma a Castilla como soporte. Desde ese momento tiene sentido la acusación que se hace desde la periferia contra Castilla. Pero eso sí, si por Castilla entendemos el pueblo castellano (los campesinos, los menestrales y artesanos, el 'común' en definitiva), tendríamos que responder que él poco tendría que ver en la construcción de aquel estado. En realidad el pueblo menudo lo único que hizo a raíz de Villalar fue pagar tributos elevadísimos, dar su sangre en las costosísimas campañas imperiales de Flandes o emigrar a América como única vía posible para huir de la miseria. En realidad lo mejor de Castilla había sido raptado por sus dirigentes".  

Un rapto que continúa en nuestros días.

jueves, 25 de abril de 2024

Defender a Pedro Sánchez y al gobierno de coalición es un ejercicio democrático


Puede que nos encontremos en el momento más peligroso desde la Transición. El amago de dimisión de Pedro Sánchez no es una cosa baladí. El acoso que está sufriendo desde la derecha en todas sus ramas y versiones, esta vez con su esposa como excusa, es lo que ha provocado el anuncio que hizo ayer. No es el único cargo político que ha sufrido los embates de la derechona. Basta recordar lo ocurrido con Antonio Rodrigo Torrijos, Pablo Iglesias, Alberto Rodríguez, Xavier Trias, Mónica Oltra, Victoria Rosell, Ada Colau... Lo de la "policía patriótica" y sus ramificaciones en la judicatura en el caso de Cataluña. O lo de hace cuatro décadas con su propio compañero Demetrio Madrid. Las derechas política, mediática y judicial, uniendo sus maquinarias. Las noticias falsas y los bulos, la guerra judicial... El golpismo de nuestro siglo no necesita del brazo armado que utilizó en 1936. Apoyar a Pedro Sánchez y al gobierno de coalición es un ejercicio democrático. Lo avala la legitimidad de los apoyos parlamentarios, que son mayoría. Haya o no contradicciones. Lo otro es dejar el país en manos de quienes salieron victoriosos con las armas en 1939, que nos llevaron a cuarenta años de sangre y angustia. 

Portugal...